Asesinan a un empresario canario secuestrado en Venezuela
El empresario canario Juan Eugenio Martín Rodríguez ha sido asesinado de un tiro en la nuca en Venezuela tras ser secuestrado, informaron fuentes de Gobierno canario.
Martín Rodríguez, de 62 años de edad, que se dedicaba al negocio de repuestos de automóvil, fue secuestrado el pasado lunes en el estado venezolano de Barinas. Al parecer, sus familiares ya habían pagado hasta 165.000 euros a los secuestradores, que podrían proceder de una zona cercana a la frontera entre Venezuela y Colombia.
El presidente del Gobierno, Paulino Rivero, que ha mostrado sus condolencias, hizo público este suceso mientras mantenía este jueves por la mañana un desayuno de trabajo con periodistas en la capital de Lanzarote, Arrecife.
El empresario, nacido en La Palma y afincado en Venezuela, apareció este miércoles muerto a unos pocos kilómetros de donde había sido raptado y golpeado en la región sudoccidental del país.
El Gobierno de Canarias expresó su consternación por la muerte del empresario canario y su solidaridad con la familia del empresario, que tiene dos hermanos que viven en Tenerife, explicó el director general de Relaciones con América del Gobierno canario, Miguel Angel Machín.
El cadáver del empresario, que llegó a Venezuela en 1965, fue encontrado en la zona de Quebrada Seca, con un disparo en la cabeza y semicalcinado, según han informado en La Palma fuentes cercanas a la familia.
Juan Eugenio Martín Rodríguez procedía del barrio garafiano de Franceses, estaba casado y tenía tres hijos, y durante las 72 horas que permaneció privado de la libertad no pudo tomar la medicación que tenía prescrita tras ser operado del corazón para realizarle una implantación aórtica.
Al parecer, en un primer momento, la cantidad que pidieron como rescate los secuestradores ascendió a 500 millones de bolívares, unos 166.000 euros, que fue satisfecha en gran parte por sus familiares.
Sus vecinos de Franceses, a donde viajaba cada tres o cuatro veces al año, han lamentado su perdida, ya que lo consideraban "un hombre bueno y trabajador".