Su cadáver fue hallado por un pescador el pasado 26 de mayo a primera hora de la mañana

El aparcacoches sevillano fallecido en Arrecife interpuso una denuncia por agresión y amenazas días antes de morir

José Jiménez Ramos, el indigente natural de Sevilla cuyo cuerpo sin vida apareció el pasado 26 de mayo por la mañana flotando cerca de la playa del Reducto, interpuso una denuncia por agresión y amenazas unos doce días antes de fallecer.

Así lo aseguraron a este diario los propios allegados de la víctima, quienes por esa fecha fueron advertidos por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 5 de Arrecife de que su pariente había aportado un número de teléfono de la familia vinculado a la denuncia que registró en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía.

La existencia de esta denuncia no quiere decir necesariamente que no se tratara de una muerte natural por ahogamiento, tal y como aseguró en su día el médico-forense que realizó la autopsia, que además constató en su informe que no había ningún indicio de violencia en el cuerpo. La Policía Nacional, no obstante, instruyó diligencias por el caso que fueron remitidas al Juzgado Número 7 de Arrecife.

Para una de las hermanas del fallecido, “el hecho de que él diera mi número de teléfono y no el de su compañera en Arrecife o el de otra persona fue como una especie de advertencia. Nos enteramos de que hay una denuncia por agresión y amenazas contra mi hermano, y unos diez días después aparece muerto flotando”, dijo.

“Todavía estamos pendientes de la analítica de orina y sangre que se le practicó para conocer las verdaderas causas de la muerte”, revelan sus familiares, que critican que mientras desde los juzgados sí se les avisó de la denuncia, “tuvimos que conocer la muerte de José a través de una conocida suya en Arrecife porque nadie nos llamó”.

José Jiménez, que era conocido como Joselito “El Sevilla” en la zona de El Reducto, pues allí llevaba años aparcando coches, falleció entre las 02:00 y las 03:00 horas de la madrugada de aquel sábado, aunque su cadáver no fue hallado por un pescador hasta las siete de la mañana, produciéndose el pertinente levantamiento una hora después.

El marinero se encontraba cerca del espigón de Muelle Chico, no muy lejos de la playa de El Reducto. En principio pensó que lo que había en el agua era una bolsa. La agarró tratanto de evitar que entrara en contacto con las redes pero fue entonces cuando descubrió al fallecido, que vestía un abrigo de color azul. Entre el pescador y la policía se recuperó del agua el cuerpo sin vida.

Horas antes de su muerte, José Jiménez estuvo al parecer hasta muy tarde en la zona de Las Cuatro Esquinas, donde se había celebrado un mitin político que incluía degustación de comida y bebida.

Joselito “El Sevilla”

A sus 51 años de edad, José podía ganar perfectamente unos 180 euros diarios gracias a las contribuciones que recibía de los conductores que aparcaban en la céntrica zona de El Reducto. Así al menos lo aseguran sus propios, que tras recibir la noticia permanecieron tiempo en la Isla intentando conocer las circunstancias que rodeaban la vida, y que pudieron terminar con la muerte, de su familiar. En su día fue un reconocido empresario en la capital andaluza pero primero las drogas y luego el alcohol desbarataron toda suerte que el destino le brindaba. Vivió en Fuerteventura cerca de tres años y en Lanzarote permaneció durante los diez últimos años de su vida, acudiendo a Sevilla por última vez en 2001.

La imagen corresponde al hallazgo de otro indigente que apareció muerto el año pasado en la Playa del Reducto.

Los familiares de José recuerdan que padecía una invalidez en uan de sus piertas, pues sufrió una aparatosa caída durante el famoso incendio del Arrecife Gran Hotel, donde al parecer también residió.

Durante los últimos años José había convivido en unas chabolas cercanas a Puerto Naos, en compañía de otros indigentes, entre los que una mujer en particular guardaba en todo momento su documentación, unos escritos que la familia, no sin mucho esfuerzo, terminó recuperando.