El expresidente de la Asociación de Vecinos, Andrés Medina, recuerda que todas las instituciones garantizaron la conformidad del inmueble con la normativa y lamenta que la recogida de más de 400 firmas en su día no sirviera para nada

Vecinos de Argana denuncian perjuicios sanitarios por el nuevo tanatorio-crematorio de Arrecife

Los afectados aseguran que cuando se producen incineraciones humanas, justo al lado de un parque infantil y del Palacio de Deportes, el humo negro es "absolutamente impactante en toda la zona", con los consiguientes riesgos para la salud por las sustancias extremadamente peligrosas como las dioxinas cancerígenas

Varios vecinos del barrio capitalino de Argana, en Arrecife, han denunciado este jueves a Crónicas los perjuicios sanitarios que a su juicio acarrea el nuevo tanatorio-crematorio Mémora,situado em la carretera entre Arrecife y San Bartolomė. Aunque la reivindicación vecinal no es nueva, pues el crematorio lleva prácticamente un año operando desde que abrió sus puertas, las quejas vuelven a saltar ahora ante la falta de respuesta, aseguran los afectados, por parte de las autoridades competentes en el asunto.

El expresidente de la Asociación de Vecinos del barrio, Andrés Medina, asegura que en la época de Cándido Reguera como alcalde todas las instituciones garantizaron la conformidad del inmueble con la normativa. "En su día nos dirigimos al propio Diputado del Común, al Ayuntamiento de Arrecife, al Cabildo de Lanzarote y hasta a la propia Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, pero todas y cada una de estas instituciones nos aseguraron que el tanatorio contaba con todos los permisos y licencias necesarios para su ubicación actual y su puesta en marcha", ha afirmado a este diario. Medina lamenta que la recogida de más de 400 firmas de vecinos que pedían una ubicación alternativa en su día sirviera de poco.

Entre otras cuestiones, los afectados cuentan que cuando se producen incineraciones humanas, precisamente justo al lado de un parque infantil y del Palacio de Deportes, "hasta los niños saben cuándo se está incinerando un cadáver"; el humo negro es "absolutamente impactante en toda la zona", con los consiguientes riesgos para la salud "por las sustancias extremadamente peligrosas como las dioxinas cancerígenas, entre otras.

Posibles soluciones

Como posibles alternativas, los vecinos plantean o bien incrementar en varios metros la altura de la chimenea exterior, que aseguran está prácticamente a ras del edificio; o que se hagan las incineraciones pero única y exclusivamente por la noche, preferiblemente en horario de madrugada, "y no a las 10 de la mañana ni a las 5 de la tarde"; o bien, si nada de ésto se pudiera producir, trasladar dicha actividad "antiestėtica y peligrosa" a una zona en la cual no se produzcan estos "efectos secundarios", sostienen.