De vez en cuando el día a día de la prensa local se ve sorprendido con noticias que en teoría no deberían tener encaje en un diario tan serio como es el Crónicas. De vez en cuando, sin embargo, hay que detenerse en cosas que por su singularidad tienen que ser contadas como noticia. Es el caso de la información que nos llegó este fin de semana, cuando nos enteramos de que dos turistas catalanes, sobre los que no nos han facilitado demasiados datos, han hecho algo que no es muy frecuente, se han tatuado unas gambas de La Santa en el brazo.
La imagen que acompaña esta curiosa información se tomó en un restaurante muy conocido de la localidad costera de Tinajo, “El Barquillo”. Allí, esta pareja de repetidores, de personas que vienen siempre que pueden a Lanzarote, contaron a los camareros que vienen a la Isla porque se enamoraron de las gambas de La Santa, hasta el punto de que además de comerlas se las han tatuado.
Mejor publicidad para un producto local, para un producto cien por cien lanzaroteño, no se puede hacer.
Imaginamos que la familia Olivero, el propio Ayuntamiento de Tinajo, estarán tratando de localizar a la pareja para hacerles el regalo que se merecen. No todos los días alguien se tropieza con algo así ni alguien que es de fuera lleva con tanto orgullo algo tan nuestro.
