El establecimiento, ubicado en Costa Teguise, permanece cerrado al público por decisión de sus propietarios

Teguise espera obtener estos días el certificado de final de obra que posibilite la reapertura del acuario

Desde el Consistorio de La Villa mantienen su intención de conceder los permisos correspondientes para que el recinto retome su actividad

Fotos: Dory Hernández

El Ayuntamiento de Teguise no ha recibido aún el documento necesario para autorizar la reapertura del acuario de Costa Teguise, Aquarium, que permanece cerrado al público desde el pasado mes. Fuentes cercanas a la oficina técnica del Consistorio de La Villa explicaron ayer a este diario que desde el establecimiento “no se ha entregado todavía el certificado de final de obra”, requisito indispensable para que la institución local pueda conceder la licencia de apertura, un trámite para el que el Ayuntamiento “no pondrá ninguna pega”, como ha podido saber esta redacción.

De hecho, hay que señalar que los técnicos de Teguise mantuvieron el pasado miércoles 15 un encuentro con el responsable de Urbanismo de La Villa, Domingo Cejas, en el que se abordó la situación del expediente, dado el interés del Concejo en retomar la actividad del acuario, que se localiza a su vez en la localidad turística de Costa Teguise, una de los enclaves más frecuentados por los visitantes del municipio.

El acuario de Costa Teguise se inauguró el pasado mes de agosto y se presentó en sociedad como una alternativa de ocio y cultural no sólo para los turistas sino también para los residentes en la Isla, incluso se sopesó la posibilidad de que estas instalaciones albergaran también un aula didáctica que, a modo de observatorio del mar, sirviera como punto pedagógico para los escolares de Lanzarote.

Desde su inauguración el recinto, uno de los más grandes de Canarias, venía trabajando con normalidad y “muy buena aceptación de público”, como explicó en su día uno de los promotores de la iniciativa, Eduardo Álvarez. Sin embargo, después de varios meses de funcionamiento, la dirección del acuario optó por cerrar las puertas del mismo.

Según Álvarez, la instalación carecía del permiso requerido para su apertura por lo que se decidió concluir la actividad para evitar incurrir en una ilegalidad. “No podíamos arriesgarnos a mantener una actividad ilegal y hemos decidido cerrar”, afirmó Álvarez, si bien el empresario espera que el cierre de las instalaciones sea temporal.

Inspección Técnica

El certificado que posibilita la reapertura del recinto debe entregarlo al Ayuntamiento la empresa encargada de la ejecución de las obras, algo que hasta la fecha se ha retrasado sin motivo aparente. No obstante, una vez que el certificado de final de obra se deposite en las dependencias de la Oficina Técnica, serán los técnicos municipales los que, previa inspección del lugar, informen favorablemente al Consistorio.

De momento, la instalación sigue intacta, es decir, que se mantienen todas las peceras y especies marinas que existen en su interior a la espera de poder retomar la actividad. “Los biólogos siguen trabajando y todo el material está en su sitio”, aclaró Álvarez.

En esta iniciativa se invirtieron más de cinco millones de euros, según las cifras facilitadas por los propietarios, y el recinto aspiraba a convertirse en punto de atracción y captación de los turistas que llegan a la Isla. Sin embargo, apenas había alcanzado popularidad entre los lanzaroteños cuando se ha optado por el cierre, una opción que no deja de ser cuanto menos curiosa si se tiene en cuenta la inversión realizada y la alternativa que aporta al sector turístico local. Tampoco en el Ayuntamiento encuentran explicación a la estrategia de los propietarios y esperan que la iniciativa recupere su actividad en pocos días, ya que supone una revitalización de la oferta complementaria que existe actualmente en la zona de Costa Teguise.