Rafael Amador deslumbra al público lanzaroteño con la fusión flamenca de Pata Negra
FOTOS: JAVIER MAYORDOMO
El cantante Rafael Amador se llevó este jueves de calle al público lanzaroteño. Los asistentes al concierto que este genial guitarrista dio en el Teatro de Tías disfrutaron de la mejor fusión flamenca de manos de Amador y de la banda de músicos que forman Pata Negra.
El rock gitano que hace sonar esta banda tiene un sonido inconfundible que los amantes de la buena música no quisieron perderse. Rafael Amador vuelve a los escenarios después de una temporada entrando y saliendo del mundo de la música y su paso por la Isla dentro de su gira nacional era una oportunidad única de disfrutar de buen flamenco contemporáneo.
Un concierto de lujo
Entre sus temas más conocidos está Yo me quedo en Sevilla o Pata Palo, que también están siendo coreados en sus conciertos después de años sin hacer una gira a este nivel.
Una vida en los escenarios
Rafael Amador fue parte de Veneno (Veneno, CBS 1977) y después fundó Pata Negra con el conocido Raimundo Amador, su hermano. Dos de las bandas más importantes del rock y el flamenco de los últimos 30 años en España.
Tras separarse de Raimundo, Rafael Amador continuó con Pata Negra durante algunos años reforzando el carácter más transgresor e influyente de los últimos años en el mestizo mundo que une el blues y el flamenco, creando un estilo propio que les hace inconfundibles para cualquiera que viviese los años 80.
Grabó entonces dos grabaciones de leyenda, Inspiración y Locura, editado por Nuevos Medios en 1997 y Como una vara verde (RCA) en 1999. Desde entonces Rafael ha estado entrando y saliendo del mundo de la música colaborando con grabaciones colectivas de su barrio, las tres mil viviendas de Sevilla, o participando con distintas bandas.
Su trabajo
Entre sus últimas colaboraciones está la que grabó con Los Delincuentes, una de las más aclamadas por el público.
Como los artistas grandes que cuando tienen algo que mostrar es cuando saltan al ruedo y mientras tanto se dejan llevar río abajo, debajo de los puentes a la sombra de su bohemia y peculiar vida gitana de la que Rafael hace gala y con honores de patriarca, el artista vuelve a los escenarios.
Pata Negra regresa con Rafael cantando y tocando la guitarra, como siempre, y acompañado de una joven banda de músicos entre los que está su hijo Luis.
La afición tiene una ocasión única para descubrir un grupo fundacional e innovador en el flamenco contemporáneo y así tener la oportunidad de volver a ver a Rafaelillo tocando la guitarra y cantando con el foco haciendo sombra en su bombín gitano. Una oportunidad que se les brindó a los lanzaroteños con este concierto y que supieron aprovechar.