La plaza de Mancha Blanca ha ido acogiendo este sábado un goteo constante de peregrinos que han preferido llegar a la ermita un día antes de la jornada oficialmente establecida por la Iglesia

Miles de romeros se adelantan al domingo y parten la romería en dos

Ni el calor ni el cambio de fecha ha impedido que miles de peregrinos hayan decidido este sábado acudir a la ermita de Mancha Blanca para rendir su particular tributo a la Virgen de Los Dolores. El goteo de ciudadanos en la conocida plaza de Tinajo fue constante a lo largo de todo el día, lo que confirmaba, como así se pensó desde un primer momento, que este año la tradicional romería va a terminar partida en dos.

Fueron finalmente miles las personas que acudieron este sábado desde primeras horas de la mañana tanto a la ermita como a la Feria de Artesanía, eso sí, de un modo mucho más ordenado al tratarse de una jornada atípica. Tras la decisión del Obispado de cambiar la misa al sábado y tener que celebrar la romería el domingo, han sido muchas las personas que han preferido no esperar y salir a las carreteras de la Isla en peregrinación. Por los caminos se podía ver a cientos de personas vestidas con los trajes ya habituales de la romería, aunque también se ha podido observar este año a muchos romeros que iban vestidos como lo hacen un día cualquiera.

Las autoridades locales han restado importancia al asunto. Es más, teniendo en cuenta que están convencidos de que es el último año que la romería se celebra el domingo y no el sábado, han visto como positivo que la gente participe y llegue a Mancha Blanca los dos días, especialmente para los negocios de la Feria de Artesanía y para los ventorrilleros, que probablemente, como explicaron a Crónicas, terminarán haciendo más caja, lo que no viene nada mal en estos tiempos de crisis.

De momento no se puede hacer ningún tipo de balance, pero los artesanos consultados por este diario estaban muy satisfechos de la afluencia, no así tanto de las ventas. Se nota que los bolsillos no andan todo lo lleno que en otros años. El caso es que se mirara para donde se mirara se veía gente, y más gente que precedía a otra gente.

Las guaguas que llegaban a la plaza de Mancha Blanca venían llenas, y se marchaban mucho más llenas. Ha sido un sábado de un ir y venir constante, que se pretende rematar por la tarde, con la misa, y por la noche, con la verbena. Además, el presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, había confirmado su presencia para la jornada del sábado, y no así para la del domingo.

Al margen de las lógicas lipotimias y algún que otro desmayo por culpa del calor y de los esfuerzos no acostumbrados, la jornada ha transcurrido con normalidad, como han explicado a este diario desde el órgano que se encarga de vigilar que todo salga bien, un sistema operativo centralizado en un enorme camión que vela para que no ocurra nada que luego se pueda lamentar, amén del “hospitalito” montado al lado donde un diligente equipo médico está cuidando de todos los romeros.