Miles de personas participan un año más en la tradicional romería de Los Dolores
Como es ya casi una obligación para gran parte de la población de la Isla y para no pocos visitantes, miles de personas se han lanzado este sábado a la carretera para participar en la tradicional peregrinación que se realiza a la ermita de Mancha Blanca, en Tinajo, para saludar a la Virgen de Los Dolores y para realizar las habituales ofrendas. A la puerta del templo, recibiendo a todos los visitantes, estuvo todo el tiempo el alcalde de la localidad, Jesús Machín, acompañado por el vicario de la Diócesis de Canarias, Hipólito Cabrera, y por diferentes cargos públicos que no han querido perder la ocasión de rendir su particular homenaje, entre ellos alcaldes de los otros seis municipios y la propia presidenta del Cabildo, María Dolores Corujo, que también estuvo por allí.
Un año más con algunos cambios. El calor de estos días y el buen tiempo de la jornada ha provocado que a primera hora de la mañana se desplazaran muchísimas personas por todos los caminos de la Isla habilitados por el Cabildo para la ocasión. La dispersión de peregrinos y lo que ha venido sucediendo en los últimos años ha hecho coincidir a la mayoría de la gente con la que ha hablado este diario, aunque a última hora, como es ya también una tradición, la plaza se ha llenado casi en su totalidad. Lo mejor, que no ha habido incidentes importantes que señalar, al menos hasta el cierre de esta información.
Desde primeras horas de la mañana una marea de romeros, vestidos en su mayoría con los trajes típicos de la tierra, se han hecho notar por los distintos caminos que conducen hasta el mayor templo de devoción cristiana de Lanzarote, en la que es sin duda ya la mayor fiesta de todas las que se celebran en la Isla, y una de las más importantes de Canarias. Sin embargo, año tras año se echa en falta algo más de promoción, y algo más de intensidad a la hora de seguir contando con aquellos que ahora no entienden lo importante que es crear unidad en un territorio tan complejo como el canario.
No ha sido un día sencillo, especialmente porque el calor ha apretado, como lo viene haciendo en los últimos días en este mes de septiembre. En la imagen, ya captada de noche, se puede apreciar la cantidad de gente que ha llegado al final, sin que ningún organismo oficial haya hecho un cálculo aproximado de la gente, lo que para muchos no tiene la mayor importancia puesto que es una fiesta más que consolidada aunque con numerosas cosas que son mejorables.
A lo largo del día, una vez que se puedan hacer estimaciones, se irá conociendo el número real de personas que han llegado hasta Mancha Blanca, que ha ido oscilando en el tiempo y que tuvo su menor participación en 2012, el año que se decidió trasladar la romería al domingo. Independientemente del número, lo que está claro es que los que lo han hecho lo han hecho con todas las ganas, el fervor y el buen humor del mundo. De lo contrario no irían. También se ha notado en esta edición mayor participación de personas en otras jornadas, gente que ha cumplido la promesa de ir a ver a la Virgen de Los Dolores en un día distinto al de la mayoría de los peregrinos.
El Cabildo de Lanzarote, a través del Área de Transportes y la empresa Arrecife Bus (concesionaria de la prestación de este servicio en la Isla) han vuelto a establecer este año un Servicio Especial de Transporte regular de viajeros por carreteras para atender las necesidades de movilidad de las personas que se desplazaran hasta Mancha Blanca para participar de las fiestas patronales de Nuestra Señora de Los Dolores. El horario de los diferentes trayectos se ha adecuado a las solicitudes trasladadas por el Ayuntamiento de Tinajo, según explicó esta semana el Cabildo.
La Festividad a "Nuestra Señora de Los Dolores" se celebra cada 15 de septiembre con profunda devoción, alegría y respeto, llegando los devotos a la ermita de Mancha Blanca desde todos los puntos de la isla y del resto del archipiélago.
La romería constituye uno de los actos principales de la festividad, celebrándose desde hace años hasta convertirse hoy día en unas de las romerías más fervientes y populares de las Islas Canarias. El pueblo de Lanzarote con este gesto quiere seguir agradeciendo a "Nuestra Señora de Los Dolores" el Milagro; "Detener el manto de lava que amenazante se cernía sobre los pueblos de Mancha Blanca y Tinajo. Bastó su presencia en abril de 1736, para que de repente y a los pies de Nuestra Señora, la lava retrocediera por coladas anteriores hasta pararse definitivamente". La Virgen de Los Dolores mereció entonces el sobrenombre de Virgen de los Volcanes.
Los ciudadanos salen caminando de madrugada desde muchos puntos de la isla, con sus madres, padres, hijos, hermanos, amigos, guitarras y timples para congregarse en los alrededores de Tinajo sobre el mediodía.
A la sombra de cualquier zoco, palmera o higuera aprovechan la ocasión para descansar, echarse unos enyesques con un buen trago de vino de la tierra y afinar sus gargantas; sobre las cuatro de la tarde en las proximidades de la Iglesia de San Roque, parte la romería con sus carros tirados por burros y camellos, al ritmo de los variados instrumentos tradicionales, entremezclándose con cantares populares y gritos de los más chinijos en una explosión de alegría y participación, para alcanzar sobre las nueve de la noche la ermita de Mancha Blanca, donde nos encontramos con la Virgen, donde los feligreses se encuentran con la virgen dejando a sus pies las humildes ofrendas que con tanto cariño han llevado.