Luces y sombras en el Día Universal de la Infancia
Los protagonistas del pasado martes no fueron los políticos, ni las estrellas de cine, ni tan siquiera las guerras o las noticias catastróficas. Porque el martes, 20 de noviembre, el mundo entero quiso dedicar una mirada especial a los niños para que a nadie se le olvide que cuidar y garantizar sus derechos es más que vital ya que los niños son, al fin y al cabo, la esencia del futuro del planeta. Un 20 de noviembre de 1954 los miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunieron. Fue el primero de los encuentros y en él se asentaron las bases y los objetivos por los que luchar. Se propusieron potenciar el cumplimiento de los derechos universales de los niños y conminaron a los países a que destinaran un día a celebrar actividades a favor de todos los niños del mundo. Desde entonces se estableció esta fecha para poner de relieve las necesidades de los niños de todo el mundo.
Por desgracia, lo cierto es que se siguen violando diariamente los derechos de millones de niños y niñas en todos los países del mundo. Responder a este reto es tarea y responsabilidad de instituciones públicas y privadas, por un lado, y la sociedad civil, por otro. De ahí que, tanto Lanzarote como el resto de pueblos españoles, han aprovechado la ocasión para continuar con este camino de lucha.
La Isla por los niños
Los niños siguen siendo en nuestro país el grupo de población más vulnerable a la violencia y a la pobreza. Por este motivo, el Día Universal de la Infancia en 2007 giró ayer en torno a la protección del menor. La concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Arrecife llevó a cabo distintas actividades en la Biblioteca Infantil a partir de las 18.40 horas. Bajo la coordinación de Miguel Ángel Ferrer, concejal de Cultura, se pusieron en marcha en la capital una serie de actividades pensadas y dirigidas a los niños y niñas de la ciudad. Con la actividad “creamos nuestro cartel”, los pequeños de Arrecife elaboraron varios murales sobre la infancia después de escuchar una charla sobre los derechos del niño y la situación que muchos atraviesan en diferentes lugares del mundo. Asimismo, desde la Concejalía reconocieron a dos jóvenes usuarios de la Biblioteca su trabajo ya que “día a día se han convertido en los auténticos colaboradores del centro, ayudando a ordenar libros y a organizar las actividades para los más pequeños”, como expresó Ferrer.
“¡Porque en su futuro pintamos todos!” El Ayuntamiento de San Bartolomé, a través del área de Menores de su Concejalía de Servicios Sociales, se decantó por una campaña divulgativa para conmemorar el día. Con el mismo tema que toda España, “Protege sus derechos y exige sus deberes”, la jornada consistió en el reparto de carteles y calendarios que recogen este tema por las diferentes zonas y centros educativos del Municipio. Una iniciativa que quiere fomentar la protección de los derechos del niño sin olvidar la importancia de que éstos conozcan y cumplan sus deberes adecuándolos a cada etapa de su vida. Es importante que toda la sociedad en general trabaje estos aspectos, con el fin de conseguir un adecuado desarrollo integral en nuestros niños/as.
Y Teguise fue otro ejemplo de la movilización insular en pro de los derechos infantiles. Allí se reunieron 80 alumnos de sexto de primaria de cuatro centros educativos de la Isla para poner en común el resultado de su intenso trabajo durante la pasada semana. Así pues, los jóvenes compartieron sus creaciones artísticas relacionadas con la explotación infantil y los malos tratos. También tuvieron la oportunidad de asistir a diferentes talleres como el de “Protección de los menores frente a Internet” que impartió la Guardia Civil. Durante el encuentro no faltó la presencia del concejal de Servicios Sociales, Francisco Delgado, del consejero del Cabildo, Joaquín Caraballo, así como del alcalde de la localidad o de Juan Cruz, el director insular de Educación.
Pero... ¿Qué pasa con el derecho a la educación?
Puede que la calidad de la educación sea el gran desafío a los que Lanzarote tiene que hacer frente. Marcela Nereida Castro es la presidenta de UNICEF en Lanzarote y, tras su viaje a Las Palmas para asistir al Foro de la Infancia, aseguró que “la Isla está luchando por y para garantizar todos los derechos de los niños a la vez que hacerles ver que no ocurre lo mismo en muchos otros lugares del planeta”. De cualquier modo, reconoció que de hay un vacío por resolver en Lanzarote es en el ámbito educativo. Hace a penas un mes se volvió a cuestionar si la Isla garantiza y proporciona a los niños este derecho fundamental. Recordamos que la Junta Directiva de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (FAPA) de Lanzarote se alarmaba entonces, a comienzos del pasado mes de octubre, ante la grave situación de la que los alumnos de la Isla eran víctimas ya que, a pesar de que el curso escolar había comenzado dos meses antes, muchos de los colegios seguían con vacíos en su plantilla.
Carmen Martínez, miembro de la APA de Haría, expresó en Crónicas su indignación ante este tipo de hechos “que se repiten cada año, en todos los sitios” y recordó que “muchos de esos chicos se levantan a las seis de la mañana, cogen una guagua y llegan a un centro en el que no pueden asistir a todas sus clases”. Fue una situación que se repite desde hace años y cada año debido a un ilógico proceso de adjudicación de plazas y a la falta de previsión. A los muchos afectados se les quedan cortos los argumentos de Educación y de la Administración. “Estamos hablando del día a día y del futuro de los alumnos”, expresó Martínez.
A Lanzarote aún le quedan muchas grietas que tapar y mucho camino por recorrer para hablar de sistema educativo eficaz. Y otro ejemplo lo evidencia es el que se produce en la Graciosa, en donde muchos chicos y chicas tienen que pasar la semana entera en Lanzarote ya que el centro educativo de la Octava Isla no tiene capacidad para formar a los estudiantes de 3º y 4º de la ESO. En la Destila, el colegio que estrenó nombre hace poco, también se siguen arrastrando viejos y graves problemas. Padres y alumnos se quejan de las precarias condiciones del centro. Cada mañana los familiares esperan a los pequeños en una minúscula acera y peligrosa calle y las diminutas puertas de las aulas adelantan la humedad y el deterioro que estas presentan en su interior. Mientras las promesas de reformas y adaptación sigan acumulando polvo o posponiéndose, Lanzarote no alcanzará el aprobado en materia de derechos infantiles en educación, una premisa básica y necesaria.