La huelga de los trabajadores de tierra de Binter provoca retrasos de 3 horas de media
Hasta tres horas de retraso sufrieron entre el martes y el miércoles los pasajeros de Binter en los aeropuertos canarios. La huelga de los empleados de Atlántica Handling afectó al ritmo de trabajo de la compañía, que afectó, según el Comité de Huelga, a unos 10.000 pasajeros por día.
Si los paros continúan la situación podría empeorar, ya que para el próximo domingo se prevé un paro de 24 horas en uno de los días de mayor tráfico aéreo por la vuelta del puente de la Constitución.
En total se calcula que casi 50.000 pasajeros se verán afectados en este puente por la huelga que comenzó este martes después de que fracasara el intento de conciliación entre los representantes de los trabajadores de Binter con Atlántica Handling.
Las medidas de presión por parte de los trabajadores seguirá mientras no encuentren una respuesta positiva por parte de la empresa. Además de los paros, los sindicatos han tomado otras medidas porque mantienen que la empresa quiere sabotear la huelga, por lo que tras su denuncia ante la Inspección de Trabajo y la visita este martes de una funcionaria de este servicio al aeropuerto de Gran Canaria, Binter tendrá que presentar la documentación requerida para demostrar que no ha contratado a trabajadores en el periodo de huelga y que no ha abusado de las cartas de servicios mínimos. Los representantes sindicales aseguran que esto mismo ha ocurrido en la mañana de ayer en el aeropuerto de Fuerteventura, donde también se personó un inspector de trabajo.
Las negociaciones
A pesar de que en el encuentro celebrado en la capital grancanaria se intentó llegar a algún tipo de acuerdo, finalmente fue imposible porque tanto Comisiones Obreras (CCOO) como la Unión General de Trabajadores (UGT), que fueron los dos sindicatos que intervinieron en la reunión, entendieron que la empresa no estaba respondiendo a sus exigencias.
Las traducciones de esta reunión son muy diferentes según las partes. Los representantes sindicales argumentan que la empresa no estaba dispuesta a dialogar sobre la situación de los trabajadores de nueva contratación, unos 340, proponiendo tan sólo soluciones para los subrogados, que suman 117, y sin aceptar cuestiones que consideran básicas como las condiciones de salud y seguridad laboral o la aplicación del convenio marco de handling.
Según UGT, se han visto obligados a mantener los paros para hoy y mañana porque Binter no aportó ninguna solución para los nuevos contratados, que exigen, entre otras cuestiones, que se les contrate a tiempo completo y no de forma parcial.
Esta versión contrasta radicalmente con la de la filial de Binter, que acusa a los representantes sindicales de pertenecer todos al grupo de trabajadores subrogados, por lo que, según la empresa, no se han defendido los intereses de todos los trabajadores. Además insisten en que no se ha dado oportunidad al diálogo y que no han querido plantear un calendario para negociar el convenio colectivo.
La versión de Binter
Desde Binter se argumenta que los sindicatos CC OO y UGT estén actuando "como representantes casi exclusivamente del sector minoritario formado por los 68 trabajadores subrogados de Iberia". Todos los representantes sindicales son parte de ese grupo de trabajadores subrogados, afirman fuentes de la compañía, que aseguran que "no han querido ni discutir un calendario de negociaciones para el convenio colectivo, que es lo que sí interesa al resto de los 520 trabajadores de la compañía".
Según Binter, los representantes sindicales han centrado la negociación en el mantenimiento de los derechos de billetes aéreos gratuitos que tenían como trabajadores de Iberia (Binter afirma que les ofrece 48 trayectos al año en vuelos de Binter más 1.200 euros anuales en concepto de vuelos nacionales e internacionales de los que antes disponían gratuitamente), además del aumento de las horas semanales que trabajan (en su contrato con Iberia constaban 22 horas semanales, aunque en la práctica hacían 32, y ahora Binter ofrece 40 horas).
Las reivindicaciones
Para conseguir frenar la huelga, los sindicatos insisten en que la empresa tendría que haber abordado la situación de los trabajadores subrogados de Iberia, que entraron a formar parte de Atlantic de Handling con la promesa de que se les mantendrían sus condiciones de trabajo anteriores en Iberia. Este fue el compromiso inicial, pero parece ser que no se ha materializado porque los subrogados denuncian que no se les dan más que las horas mínimas de trabajo porque los nuevos contratados cobran menos y además no se les respetan otras ventajas como los precios de los vuelos. Esto implica que, por otra parte, el personal que ha sido contratado por la empresa filial de Binter se queja porque está recibiendo unos sueldos que consideran escuálidos. Además, reivindican una formación más competente para los nuevos trabajadores, que no reciben de la empresa los cursos adecuados para ocupar sus puestos.
Para solucionar cada uno de estos puntos, los trabajadores han intentado reunirse y dialogar con la empresa, pero consideran que la respuesta que han obtenido sólo se puede calificar de “dilatada”. Por eso han decidido presionar con las huelgas para que no continúen retrasando las negociaciones, que no pretenden más que solucionar cada uno de estos asuntos con acuerdos que se incluyan en todos los casos en el convenio de los trabajadores.
Ralentizar el trabajo
Todo esto se traducirá en el servicio al consumidor, que aunque por un día no podrá quejarse de la falta de personal, seguro que lo hará por la lentitud del servicio.
Esto se debe a que los servicios mínimos que exige la empresa aumentaron considerablemente el número de personas que atendían cada puesto, por lo que los trabajadores, ante la imposibilidad de realizar paros, trabajaron siguiendo al pie de la letra cada una de las normas y protocolos marcados, lo que ralentizó muchísimo la atención al cliente.