Los vecinos de la calle José Antonio organizan una nueva campaña contra el eterno problema de los ruidos

Indignados en la calle José Antonio

Los vecinos de la calle José Antonio de Arrecife están organizando una nueva campaña para luchar contra el eterno problema de los ruidos en las inmediaciones de las discotecas de este área de la capital de Lanzarote.

Los afectados, con domicilio desde la zona desde la calle José Antonio a la Avenida Marítima de Arrecife, vuelven a denunciar la "inoperancia de políticos y de la Policía Local frente a las denuncias por ruidos y aglomeración de personas en la víc pública, que impide el descanso de los residentes".

A juicio de estos vecinos, "no se controlan las licencias y el acondicionamiento de los locales , el cumplimiento de leyes y ordenanzas y como respuesta facilitan la apertura de más locales y terrazas".

Advierten, en cuanto a sus reclamaciones, de que "hoy se ha empezado por la calle José Antonio pero se continuará hasta la Avenida desde el Reducto al parque Ramírez Cerdá", y aseguran que incluso "se llegará a los domicilios del alcalde y concejales para reclamar el derecho al descanso".

De hecho, incluso ya han elaborado diversas pancartas que muestran sus críticas por estos hechos que se padecen en varias viviendas de la calle José Antonio. "Las discotecas no cumplen la normativa ni están bien insonorizadas. El Ayuntamiento y la Policía Local deben sancionar por escándalo, pero no lo hacen", lamentan con el lema de sus reivindicaciones.

Uno de los afectados por el ruido en la calle José Antonio ha remitido a este diario el siguiente artículo de opinión:

Indignados en la calle José Antonio

"Un ejemplo de cómo los políticos e instituciones gubernamentales apoyan a las empresas en detrimento de los vecinos y ciudadanos lo tenemos en Arrecife en las calles Jose Antonio, Coronel Benz, Igualdad y la zona del almacén, por poner algunos ejemplos. Los residentes de esas calles sufrimos las discotecas y pubs desde hace muchos años. ¿Por qué? Porque las discotecas no cumplen la normativa: No están bien insonorizadas, no respetan los horarios de cierre, algunas no tienen la doble puerta y aunque las tengan, las mantienen abiertas toda la noche.

Por otro lado las calles se llenan de gente haciendo escándalo, peleándose, orinando en las esquinas y en las mismas puertas de las viviendas, vomitando y también destrozando coches, ventanas, escaparates de tiendas y mobiliario urbano.

Se supone que existe una normativa para las discotecas, y que si hay alguien haciendo escándalo por la noche, la policía local debe multarle e incluso detenerle si continua haciéndolo. Pero la realidad es que ni se cumple la normativa ni la policía local multa a los escandalosos.

Una buena insonorización para un local de unos 50 metros cuesta alrededor de 30000 euros. Ese es un dinero que los empresarios no quieren gastarse, prefieren no insonorizar como es debido y joder a todos los vecinos que hay alrededor sin dejarles dormir por la noche. La música del interior de los locales se transmite por los materiales sólidos hasta los dormitorios, pasa por paredes, techos suelos y hasta por la calle. Por ejemplo, yo vivo a unos 30 metros de la discoteca Ococo, hay dos edificios en medio y en mi casa se escuchan los sonidos graves de la música de esta discoteca, aunque no me molesta, pero sí a los que viven más cerca. Lo sé porque abren los primeros por la tarde, a las 8 más o menos, a esa hora no hay más discotecas abiertas.

La Ococo es un estupendo ejemplo para comprobar el total apoyo del ayuntamiento a las discotecas. La Ococo no tiene la obligatoria doble puerta, tiene una puerta de reja por fuera y por dentro una puerta de cristal colgando que dejan salir todo el sonido a la calle. Así llevan años. Y de todas formas las dejan las dos abiertas toda la noche, al igual que los demás locales. En el ayuntamiento lo saben perfectamente porque algunos vecinos han ido a quejarse en persona. Además, no hay más que pasar por delante del local para comprobarlo.

Entonces resulta que estos empresarios de la noche tienen carta blanca para hacer absolutamente lo que les dé la gana, tienen todo el apoyo del ayuntamiento y la policía local. Incluso hubo una época en que el propio ayuntamiento promocionaba el salir de fiesta por la zona, a pesar de que desde el principio los vecinos se quejaban. Y la policía local lo que ha hecho muchas veces es cerrar la calle al tráfico para que la gente pueda explayarse en ella, en lugar de desalojar y multar a los que hacen escándalo, que es lo que deben hacer. Así pues las calles se convierten en una extensión de la pista de baile.

Por todo esto, los vecinos estamos indignados y hartos de esta situación. El ayuntamiento de Arrecife deja que unos pocos empresarios ganen dinero a costa del sufrimiento de muchos residentes. Residentes que tenemos que aguantar el no dormir los fines de semana y vísperas de festivo, que nos encontramos meadas y vómitos en la misma puerta de casa y que nos encontramos el coche y las ventanas con golpes. Y encima muchos de estos empresarios no son de la isla, la mayoría son extranjeros (o cuando menos no de canarias) que vienen a Arrecife a joder a los lanzaroteños que en muchos casos llevan toda la vida viviendo en la calle Jose Antonio. No pretendo ser xenófobo pero es cierto esto que ocurre. Aunque el origen de cada uno tampoco importa, por que los que tienen que controlar este descontrol son de aquí, pero parecen estar al servicio del dinero, o de la empresa, como se quiera decir. Poderoso caballero Don Dinero, da igual de donde venga.

Si el alcalde quisiera solucionaba el problema rápidamente. ¿Cómo? Sancionando cada semana a los locales que no cumplen (y por supuesto haciendo efectivas las sanciones) y poniendo a varios policías locales patrullando todas esas calles controlando el botellón y multando a los que hacen escándalo. Pero no lo hacen porque los dueños de las discotecas necesitan que la fiesta esté no solo dentro de los locales sino también fuera, que toda la zona sea un disparate. Sino, el negocio no es rentable. Un negocio basado en el sufrimiento de los vecinos y comerciantes".