El centro ha acogido dos actos, una conferencia y un curso, que han contado con gran asistencia de público, tanto de personal sanitario como de no sanitario

El Hospital Doctor José Molina Orosa celebra el Día del Corazón

El Hospital Doctor José Molina Orosa de Lanzarote, adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha celebrado diversos actos para conmemorar el el Día Mundial del Corazón, una jornada de sensibilización frente a la parada cardíaca que pretende informar y educar a la población general respecto a este tema. Para ello, el centro hospitalario acogió en su salón de actos la conferencia Respuesta del Hospital frente a la parada cardíaca, una ponencia acreditada por la Comisión de Formación Continua (CFC) e impartida por el Dr. López Messa, tal y como ha recordado este lunes la Consejería de Sanidad del Ejecutivo canario en nota de prensa.

Este mismo especialista ha dirigido, además, el curso semipresencial Soporte Vital Avanzado en el adulto, organizado por la Gerencia de Servicios Sanitarios de Lanzarote e incluido en su programa de actividades formativas orientadas a médicos y personal de Enfermería de la Gerencia.

El Dr. Juan B. López Messa, especialista en Medicina Intensiva, jefe de Servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos del Complejo Asistencial Universitario de Palencia e instructor de Soporte Vital Avanzado Cardíaco y en Trauma por la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), es a día de hoy y a nivel nacional, uno de los mayores expertos en parada cardíaca y cuidados post-resucitación.

Ambos actos han tenido una gran acogida por parte de los profesionales del Hospital, tanto por el personal sanitario como por el no sanitario, lo que atestigua el enorme interés que despiertan los temas relacionados con la parada cardíaca y la resucitación cardiopulmonar (RCP) entre la población.

El Dr. López Messa ha destacado la efectividad que tienen este tipo de campañas dirigidas a los profesionales sanitarios y a la ciudadanía. “La muerte súbita y la parada cardíaca (tanto la que ocurre dentro como la que ocurre fuera del hospital) necesitan un reconocimiento social y de la administración sanitaria por la relevancia, consecuencias e impacto que suponen”, ha afirmado. Según sus datos, se estima que en España ocurren unas 20.000 paradas cardíacas intrahospitalarias al año, “paradas cuya supervivencia no supera el 25 por ciento en el mejor de los casos, lo que implica un importante problema de salud”.

En su opinión, “la muerte súbita cardíaca es un proceso con una relevancia muy importante puesto que afecta la población general, que será la primera que podrá y deberá atender una parada ocurrida en la calle”, ha expresado. Por eso, “saber qué hacer, llamar al 112 y conocer ciertas maniobras básicas son importantes, puesto que han demostrado ser las medidas que han aumentado la supervivencia de este proceso”, y ha añadido que le consta que en Lanzarote se está realizando una gran labor en este sentido, “adiestrando a la población en edades tempranas, desde su etapa escolar”.

El doctor López Messa ha afirmado que existen grupos a nivel nacional que se están moviendo en la Administración central con el objetivo de incluir la RCP como asignatura en las escuelas, a partir de los 11 años de edad, y repitiendo esta formación básica a razón de una hora al año y hasta que los alumnos completen su formación preuniversitaria. Además, otros grupos pretenden instaurar las técnicas de RCP como parte del temario para acceder al carnet de conducir con la finalidad de “entrenar al mayor número de personas”.

Lo peor ante una parada, no hacer nada

Según ha explicado el Dr. López Messa, lo peor que se puede hacer ante una RCP es no hacer nada. “Siempre hay que hacer algo”, ha dicho, ya que, según él, “qué mas daño le puedes producir a una persona que se ha muerto”. En muchas ocasiones, ha declarado, no se actúa “por miedo a hacer daño”, aunque ha insistido en que todo lo que se haga en ese momento es bueno. Igual de importante, ha dicho, es la formación en RCP básica para el personal hospitalario no sanitario, puesto que “no se encuentran exentos de avisar y saber qué hay que hacer, como por ejemplo ver si la persona está inconsciente y no respira y hacerle compresiones torácicas de calidad hasta la llegada de los expertos en RCP”. Lo peor para el paciente en RCP, ha insistido antes de concluir, “es estarse quieto y no hacer nada”.