Héroes de carne y hueso
Su única relación con el turismo es que el turista no es sólo alguien que viene de vacaciones a la isla de Lanzarote; es, ante todo, un ser humano al que hay que atender. Y así lo ha visto el Ayuntamiento de Tías al considerar que la Asociación de Voluntarios en Emergencias y Rescate de Lanzarote (Emerlan) merece el galardón de Distinguidos del Turismo; premios que cada año otorga el Cabildo de Lanzarote con motivo del Día Mundial del Turismo.
El 2 de agosto de 2001, 19 personas, todas ellas con sobrada experiencia en voluntariado y haciendo servicios de emergencia y rescate, fundaron la Organización No Gubernamental Asociación de Voluntarios de Emergencias y Rescate de Lanzarote, llenos de ilusión pero con pocos medios.
Han pasado cinco años y en la actualidad Emerlan cuenta con un presupuesto anual de 250.000 euros, 75 voluntarios y 15 trabajadores, desplegando una serie de servicios que tienden a garantizar la atención sanitaria, de socorrismo y vigilancia de espacios concurridos y facilitar el rescate de personas de zonas de difícil acceso como el mar y la montaña. Además colaboran con actividades de limpieza de fondos marinos y formación de jóvenes en materia de vigilancia, primeros auxilios y socorrismo.
Cuando Isidoro Blanco, presidente de Emerlan, echa un mirada hacia atrás y ve cómo su organización ha ido avanzando poco a poco, reconoce que la labor realizada ha sido importante pero que aún queda mucho camino por recorrer. Y dentro de ese camino hay muchos obstáculos que superar.
La propuesta del Ayuntamiento de Tías ha llegado por sorpresa, son reconocimientos que no se esperan cuando apenas se tiene cinco meses de vida; pero es que en el caso de Emerlan, cinco años han dado para mucho. De hecho, ni ellos mismos se lo creen. “Es increíble la demanda que tenemos de servicios, pero la verdad es que la isla está a tope y mientras más gente, más servicios. A veces no podemos cubrir todo lo que se nos solicita porque no tenemos recursos, con nuestras tres ambulancias, por ejemplo, a veces, no damos abasto los fines de semana; pero bueno, nosotros somos complementarios, hay otras organizaciones que también están trabajando”.
Consideran que están trabajando bien y que por eso el Ayuntamiento de Tías ha pensado en ellos para presentar su propuesta. “Emerlan está en muchísimos sitios, en cualquier lugar donde se soliciten nuestros servicios, o al menos lo intentamos y por eso le damos las gracias al Ayuntamiento de Tías por haber pensado en nosotros aunque luego no nos llevemos el premio”.
Optan al galardón de Distinguidos del Turismo dentro de la categoría de Otros Servicios No Turísticos y es que, directa o indirectamente sí tienen mucho que ver con sector. Sin ir más lejos, en la playa de Los Pocillos y Matagorda tienen un servicio constante de socorristas y la mayor parte de los usuarios de las mencionadas playas son turistas. Asegura Blanco que “el hecho de que la vigilancia sea constante, de que estén los socorristas con sus quads, con sus motos de aguas pendientes de que no ocurra nada y cuando ocurre reaccionar lo más rápido posible, hace que el turista se sienta seguro y que sepa que cuando ocurre algún percance va a ser inmediatamente atendido por instituciones como nosotros o Cruz Roja”.
Tienen un filosofía: si se puede hacer se hace y si no, no se comprometen porque no hay que olvidar que tratan con vidas humanas. Así por ejemplo el grupo de montaña y el subacuático está preparado durante las 24 horas del día por si surge cualquier percance.
Voluntarios
Emerlan comenzó su andadura con el propósito de conseguir unos fines claramente solidarios donde el fomento del voluntariado juega un papel imprescindible. “Al voluntariado hay que motivarlo, darle la pieza para que empiece a trabajar - apunta Isidoro Blanco - ; pero hoy en día cuesta encontrar gente que quiera hacer una labor altruista aunque afortunadamente en Emerlan nunca faltan voluntarios y sé que en otras instituciones tampoco; pero hay que motivarlos”.
Pero no sólo de motivación vive el socorrista y lo que está claro es que las ambulancias, el material y el equipamiento necesita una inversión económica. “Nosotros cuando pedimos una subvención no lo hacemos para hacer un asadero; el seguro de voluntario, el de responsabilidad civil, equiparlo, nos cuesta muchísimo dinero; pero está claro que hay que preparar a los voluntarios para que cuando pase algo está preparado”.
Las ONGs como Emerlan viven sus ciclos, los voluntarios van y vienen, a veces se cansan, pero siempre hay un yo interior que les reclama y vuelven.
Los voluntarios son importantes pero el material también lo es: “Recuerdo el primer servicio que hicimos en la Caleta de Famara, lo cubrimos con un vehículo que nos donó la Renault e incluso nos prestaron una ambulancia para cubrir nuestras primeras fiestas en Famara”.
Base en Garavilla
Emerlan tiene, hoy por hoy su base de operaciones en las antiguas instalaciones de Garavilla. Desde allí controlan, coordinan y dirigen los servicios, intentando cubrir todo lo que está a su alcance, pero sin olvidar que también hay otras instituciones en la isla que prestan los mismos servicios y que perfectamente se pueden complementar dependiendo de las necesidades del momento.
Tan sólo durante el año 2005, Emerlan realizó un total de 2.209 servicios distribuidos en 11 rescates marítimos, 7 rescates subacuáticos, 10 rescates de montaña, 747 servicios hospitalarios, 488 servicios de urgencia, 276 servicios preventivos y 670 curas en los puestos distribuidos por toda la Isla. Sin embargo, en esta ocasión hablar de cifras es hablar de desgracias humanas. Isidoro Blanco tiene algo muy claro: “A mí me gustaría que las cifras fueran cero, sobre todo en cuanto a salida de ambulancias, porque cada vez que una sale es que hay alguien que la necesita”.