Defecto Venturi es una banda de rock lanzaroteña que poco a poco se está abriendo paso en el complejo panorama musical de la Isla. Seguro que Rosendo, Loquillo o Fito les darían su bendición si escucharan alguna de las increíbles versiones que son capaces de hacer de los grandes clásicos de la música rock española, versiones en las que este cuarteto ha elevado el listón hasta límites que saben apreciar sólo aquellos que de verdad distinguen el talento de lo que no lo es. Todavía no están para llenar estadios, pero sí para ir poco a poco animando fiestas o abarrotando centros socioculturales. Es lo que sucedió este viernes en El Islote, en San Bartolomé, donde ellos mismos se sorprendieron de la cantidad de público que fue a ver su actuación. Cada vez más numeroso y cada vez con más ganas de escuchar un "Agradecido", un "Borracho hasta el amanecer" o un "Soldadito Marinero" en un nivel superlativo. Un público entregado a la causa que ya lleva en la mente y en alguna camiseta el nombre de Defecto Venturi grabado a fuego.

Como hacen siempre, durante casi dos horas la gente que acudió el viernes sobre las siete de la tarde al centro sociocultural de El Islote, entre ellos el alcalde de San Bartolomé, Isidro Pérez, y gran parte de su grupo de gobierno, disfrutaron de una actuación soberbia en la que despertaron recuerdos de todo tipo, a muchos recuerdos del pelo largo, el viejo blues convertido en rock que tarareaban los Burning.

La gente disfrutó y entendió que este cuarteto de músicos teóricamente aficionados saben lo que se hacen. Vienen de distintas bandas y algunos han entregado su alma en escenarios desde los primeros rayos de sol de la década. Sin embargo, hasta 2021 no se juntaron bajo el hermoso nombre de Defecto Venturi, un fenómeno como ellos que provoca un fluido en movimiento dentro de un conducto cerrado que disminuye su presión cuando aumenta la velocidad. Y velocidad tienen y ritmo para dar y tomar. Los gracioseros lo explican con palabras menos técnicas y hablando de su viento y del Risco de Famara. Cualquier definición vale si acaba en los parámetros de lo musical. Ellos han transformado en defecto lo que es efecto efectivo y efectista cuando se ponen a tocar.
Sus cuatro componentes son de Lanzarote y aspiran a poco, a seguir disfrutando en el escenario, sea ante mucha gente o ante poca, y a hacer que los demás disfruten con su forma de interpretar la música más conocida entre los rockeros.
Si escuchan su nombre, síganles el rastro; no se van a arrepentir.