¡Cuidado con los amores de verano!
Por Laura San José
El Ministerio de Sanidad está bombardeando a los jóvenes con la nueva campaña con la que se intentan prevenir las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados. Y es que el problema lo merece. El año pasado las farmacias y hospitales españoles despacharon medio millón de unidades de la píldora postcoital o del día después. Elena Salgado, responsable de esta área gubernamental, ha alertado también sobre la “relajación en las conductas de prevención” que ha provocado que se esté produciendo un aumento en el número de infecciones por enfermedades derivadas de relaciones sexuales imprudentes.
Pero, ¿cómo se puede evitar que los adolescentes no se dejen llevar por las pasiones estivales? En primer lugar, a través de estas campañas publicitarias, pero sobre todo, por medio de las conversaciones que deben darse entre padres e hijos en cuanto los primeros piensen que los chicos están en edad de iniciarse en las prácticas amatorias.
La psicóloga Milagros Armas Arráez confirma que “en esta época curiosamente aumentan los amores y también lo hacen las separaciones”. Es normal que el verano provoque que la gente esté de mejor humor y más predispuesta a iniciar una relación sentimental o meramente sexual.
Receptivos al amor
El Dúo Dinámico y sus amores puramente románticos poco tienen que ver con la realidad que viven los jóvenes de hoy en día, ya que son pocos los que buscan al hombre o a la mujer de su vida en vacaciones. Una gran parte de ellos sólo pretende tener “un rollo” con el que dar emoción a estos meses. Esto puede resultar preocupante en el instante en que estos escarceos sexuales se llevan a cabo con unas cuantas copas de más y unos cuantos preservativos de menos. “Lo que ocurre con los adolescentes es que ahora tienen más facilidades para mantener relaciones sexuales porque disponen de más tiempo y en ocasiones de una casa libre en la que practicarlas”, comenta Armas.
Muchas de estas relaciones no se hacen de forma planificada y por eso algunos adolescentes comenten el error de llevarlas a cabo sin las medidas de protección necesarias.
Sin embargo, todavía existen padres que ni remotamente se pueden imaginar que sus hijos ya mantienen relaciones sexuales y por ello, no se plantean mantener una conversación seria sobre esta materia con ellos. Es más, muchos adultos prefieren autoconvencerse de que sus hijos siguen siendo unos niños. Además, algunos progenitores optan por dejar a los profesores la responsabilidad de educar en materia sexual a los jóvenes.
Fiestas y sexo
Cualquier momento es bueno para que los padres puedan ofrecer información a sus hijos sobre cómo mantener unas relaciones sexuales seguras. Ahora, incluso sería todavía mucho mejor si se tiene en cuenta que estamos en temporada de fiestas y muchos jóvenes se desbocan cuando salen por la noche. En verano los adolescentes suelen llegar más tarde a casa que en invierno y no suelen plantearse verdades como que quien evita la ocasión, evita el peligro.
¿Cómo hay que plantearse este tipo de conversaciones? La psicóloga explica que la educación sexual debe ser la misma para los chicos y para las chicas y teniendo en cuenta que las mujeres maduran antes, sería bueno que estas charlas se dieran con ellas a edades más tempranas. Además, las adolescentes están bajando la edad a la que empiezan a tener este tipo de relaciones y si antes lo normal podían ser los 16 ó 20 años, ahora jóvenes con 13 años ya se inician en las prácticas sexuales. Por ello, la psicóloga recomienda que antes de esta edad, los padres se fijen en si su hija es una persona madura o muestra interés por los temas relacionados con el sexo. “Se debería hablar con estas niñas a partir de los 10 o 12 años”, aconseja Armas.
“Hay padres que piensan que si hablan de sexo con sus hijos les pueden estar animando a que lo practiquen y nada más lejos de la realidad”, comenta la experta. Es más, incluso cuando los progenitores se enteren de que las relaciones sexuales ya se han dado debe existir esta charla; eso sí, nunca en tono de reproche ya que “basta que les prohíbas algo para que lo quieran hacer con más ganas”.
Y por cierto, olvídense de que las chicas todavía tienen un concepto romántico de “la primera vez”. La psicóloga asegura que aunque todavía hay adolescentes que esperan al chico adecuado para dar un paso tan importante, el comportamiento en este sentido cada vez las iguala más a los varones, que buscan más el placer del momento. Otra cuestión que también es pareja para ambos sexos son las posibles consecuencias psicológicas negativas de una “primera vez” traumática, así que cuanta más información posean y más sepan lo que pueden esperar, más capacitados estarán para poder tener una vida sexual plena, adulta y madura.