Cuando la culpa ya no es de Urbaser ni de los políticos
Tradicionalmente se dice que Arrecife es una ciudad sucia. En cierta medida lo es, sobre todo cuando caen cuatro gotas y las alcantarillas saltan por los aires y se descubre la cantidad de suciedad que hay casi a ras de suelo, con una red de saneamiento que a día de hoy sigue siendo medieval. Pero el problema no está sólo en el subsuelo, está en cada uno de los rincones de un municipio en el que los más incívicos campan a sus anchas.
No es extraño, como muestran las imágenes que han enviado los preocupados lectores a este diario, ver cada día numerosos enseres repartidos por distintos puntos de la capital. La acumulación de colchones, muebles y electrodomésticos al lado de los contenedores es frecuente, como lo es el depósito incontrolado también de todo tipo de objetos en puntos donde los amigos de incumplir las normas de convivencia sienten que no son vigilados. El problema no parte sólo de los residentes que o no lo conocen o no se molestan en acudir al servicio de recogida gratuito de enseres que la empresa Urbaser pone a disposición de los vecinos para los que trabaja; el problema parte ahora del hecho constatado de que además de los residentes en Arrecife están viniendo personas de otros municipios cargados
Aunque puede ser que no sirva para mucho, el concejal de Limpieza del Ayuntamiento de Arrecife, que además es el encargado del departamento de Infracciones, Tomás Fajardo, anunció el pasado jueves en la tertulia del programa "A buena hora" de Crónicas Radio-COPE Lanzarote que se están tomando medidas más contundentes de las vistas hasta ahora para intentar frenar lo que considera ya que es una "auténtica lacra". "Es evidente que ya está viniendo gente de otros municipios a tirar todo tipo de enseres en Arrecife, en ocasiones acumulando una cantidad de cosas que clama al cielo. En el Ayuntamiento estamos tomando medidas, pero también la gente tiene que ayudarnos, algunos concienciándose de que eso no se puede hacer, y otros denunciando a todos aquellos que vean que lo hacen para que reciban la multa correspondiente", comentó Fajardo visiblemente molesto.
Hubo un tiempo en el que la inoperancia de los políticos que gobernaban Arrecife era evidente. Hubo un tiempo además en el que se produjo un enfrentamiento serio con la empresa que se encargaba de la recogida de basura de y de la limpieza. Ahora no es ese tiempo. Tanto los gobernantes del Ayuntamiento como los responsables de Urbaser confiesan que hay sintonía, y aunque ha habido como casi siempre problemas con los pagos que se deben hacer para cumplir el contrato, actualmente existe plena coordinación. Es decir, por primera vez en mucho tiempo la aparición de este tipo de estampas en la vía pública ni es de los políticos ni es de la empresa adjudicataria. En lo que ambos coinciden eso sí es en que algo nuevo y distinto hay que hacer. Saben que deben hallar una fórmula mágica que de entrada pasa por el aumento de la información y por el notable incremento de las sanciones. No hay otra.