Familiares de la joven desaparecida muestran en las redes el rostro del presunto asesino de Romina Celeste Núñez

Crece la indignación entre la ciudadanía y en las redes por la desaparición de Romina Celeste en Lanzarote

La sociedad de Lanzarote se concentra este martes a las 19 horas en la calle Real de Arrecife contra las medidas propuestas por Vox y por el que podría catalogarse ya como el tercer asesinato por violencia de género en lo que va de año

A medida que se van conociendo los detalles de la investigación por la desaparición de Romina Celeste Rodríguez Núñez va creciendo exponencialmente la indignación entre la ciudadanía y en las redes sociales.

El domingo pasado por la noche la Guardia Civil llamó a la madre de Romina, Miriam, en Paraguay, y le trasladó la fatídica noticia del fallecimiento de su hija. Desde ese momento, en torno a las 22:50 horas en España, familiares y allegados de la joven paraguaya comenzaron a implorar justicia a través de las redes sociales. La hermana de la desaparecida, Helen, colocó de hecho en su muro un mensaje muy agresivo reclamando incluso a la prensa que publicara el rostro del presunto asesino de Romina.

La Guardia Civil ya ha confirma este martes que su principal línea de investigación pasa por que Raúl Díaz, un ingeniero madrileño de 42 años de edad, transportó en un coche de alquiler los restos de Romina Celeste y que dicho vehículo fue presuntamente utilizado por el detenido para deshacerse de dichos restos por toda la costa de la isla de Lanzarote. Los agentes están convencidos de que Raúl terminó con la vida de Romina durante una discusión el 31 de diciembre, cuando ella le pidió a su marido unos 5.000 euros para poder traerse a España a su hijo de 4 años, que permanece desde agosto en Paraguay con sus abuelos maternos.

Una relación posiblemente tóxica

Lo cierto es que la historia de Romina y Raúl está llena de contradicciones que hacen pensar que ambos mantenían una relación tóxica. Solo tres días antes de contraer matrimonio en agosto pasado, ella interpuso una denuncia ante la Policía Nacional en su contra por supuestos malos tratos, denuncia que se archivó y de la que Raúl quedó absuelto. También en las últimas horas ha trascendido que unos días antes de Fin de Año ella acudió a un centro de salud con heridas y que ambos podían haber sufrido supuestamente una fuerte dependencia de sustancias como la cocaína.

Romina estaba tramitando su documentación para regularizar su situación en España y hasta ahora no había podido trabajar en Lanzarote. La última llamada, de apenas un minuto, se la hizo la joven a su madre el 31 de diciembre por la mañana. Preguntó qué cenarían la noche de Fin de Año y quedó en llamar a su familia después de las doce de la noche. Pero el teléfono de Romina nunca más volvió a encenderse después que sobre las cinco de la madrugada del 1 de enero discutiera con su marido.

Concentración en Lanzarote

Por su parte, la sociedad de Lanzarote se concentra este martes a las 19 horas en la calle Real de Arrecife, frente al Cabildo Viejo. La movilización en principio se había convocado contra las medidas propuestas por Vox acerca de revisar la actual ley de Violencia de Género, ya que el partido de Santiago Abascal viene reclamando, y con más ahínco desde su entrada en el Parlamento andaluz, que este tipo de violencia no se clasifique y se monopolice como algo concreto contra las mujeres, sino que se trate, se legisle y se gestione como cualquier tipo de violencia.

Sin embargo, el desenlace del caso de Romina Celeste ha hecho que la manifestación de este martes en la Isla tenga como principal motivación la desaparición y, ya parece más que claro, presunto asesinato de la joven paraguaya a manos de su pareja, un caso que podría catalogarse ya como la tercera muerte por violencia de género en lo que va de año en nuestro país, a la que se suma el asesinato este martes de otra mujer en Palma de Mallorca, donde la Guardia Civil, que ha encontrado una nota de despedida de su novio, Udo Von Salzen, que se ahorcó, cree que la alemana Stefanie Petra fue asfixiada por su pareja.