El Cabildo intenta trasladar de nuevo a las garzas al antiguo cementerio
Fotos: Dory Hernández
Los jaulones de vuelo que conformarán, si todo va bien, el nuevo hábitat de las garzas que viven en Arrecife ya están instaladas en el antiguo cementerio. En este punto se acordó que se preparase todo lo necesario para desplazar a estas aves de su actual residencia, el Parque Ramírez Cerdá, en donde están causando graves molestias a los vecinos y paseantes desde hace varios años.
El ruido y la suciedad que provocan estos
Ahora, se intentará dar una respuesta definitiva a las reivindicaciones de los propietarios de los edificios de la zona y de los vecinos de Arrecife y de la Isla en general, con el traslado a las cercanías del Cabildo, donde los técnicos de Medio Ambiente de la Primera Institución entienden que se cumplen los requisitos para que puedan desarrollarse sin causar perjuicios a la capital y a sus habitantes.
Esta medida se ha tomado después de consultar con la Sociedad Española de Ornitología, que ha elaborado un informe con el que se pretende acometer el traslado con mejores resultados que los obtenidos en las anteriores experiencias, que no consiguieron atraer a las aves a otros puntos de la ciudad.
Nuevo intento
El problema de la ubicación de las garzas no es nuevo. La Primera Institución ya ha intentando en varias ocasiones desplazar la colonia de aves, que ahora mismo se encuentra instalada en el Parque Ramírez Cerdá, a otros enclaves que no causen molestias a los vecinos, que se quejan del ruido y la suciedad que generan. En ninguno de los intentos anteriores se ha logrado el objetivo, y las garzas permanecen poblando los árboles y los alrededores del llamado Parque Viejo, en el que anidan aumentando cada día el número de ejemplares que defecan y sobrevuelan el centro de la capital.
Ante esta situación, los técnicos de medio ambiente del Cabildo pidieron a la Sociedad Española de Ornitología que elaborase un informe que aportase la información necesaria para hacer frente al problema con los métodos adecuados. Ahora, y con estos datos en la mano, se han puesto manos a la obra y esperan que las modificaciones de la estrategia a seguir consigan por fin atraer a las aves hacia el antiguo cementerio, en los aledaños del edificio del Cabildo.
Así, se colocarán ahora jaulones de vuelo de mayores dimensiones, se instalarán barreras cortavientos y se plantará vegetación arbórea.
Con estas medidas se pretende crear un hábitat adecuado que atraiga a los animales a esta zona, en la que no causarán molestias a paseantes y vecinos. El éxito de este nuevo intento tiene visos de ser más fructífero, teniendo en cuenta que se han sopesado un mayor número de variables que afectan al comportamiento de estas aves y que se han considerado los consejos de los expertos para adecuar el sistema de ahuyentamiento y el de atracción al nuevo enclave, que se ha diseñado a semejanza del utilizado en otras ciudades con muy buenos resultados.
De este modo, se espera acabar con un problema que se ha convertido en una continua reivindicación de los vecinos y que no ha encontrado aún la solución en ninguno de los sistemas utilizados hasta ahora, que han sido muchos y de lo más variados.
Método de traslado
Para conseguir este propósito se seguirá un protocolo que no afecte al ecosistema de las aves, pero que evite que se vuelvan a crear sus nidos en los árboles del Parque Ramírez Cerdá.
Este método consistirá en el empleo de cetrería con la finalidad de ahuyentar y evitar el uso de los árboles como zona de reposo nocturno y posteriormente para la cría, así como la ocupación de las azoteas colindantes; la utilización de redes y/o sedal para evitar el posado de las garzas en las ramas y azoteas y la utilización de cañones de aire para incomodar a los ejemplares que consigan posarse.
De este modo, las garzas tendrán que buscar un nuevo hábitat en el que desarrollarse, que en este caso será el creado a este efecto en el antiguo cementerio. En este punto no existe ningún edificio de viviendas cercano y es además un lugar apartado en el que no causarán molestias por el ruido y la suciedad que generan.