Afectarán a las zonas del este, sur y oeste y medianías del norte de Gran Canaria, así como a las isla de Lanzarote y Fuerteventura ,y al este, sur y oeste en Tenerife

Alerta amarilla en Canarias por temperaturas máximas de hasta 34 grados

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) activa para este martes la alerta amarilla en Canarias por temperaturas máximas de hasta 34 grados centígrados.

Este fenómeno se registrará desde las once de la mañana y se prolongará hasta las 19.00 horas, una jornada de calor que previsiblemente se repetirá nuevamente el miércoles, según la información recogida por Europa Press.

En concreto, las altas temperaturas afectarán a las zonas del este, sur y oeste y medianías del norte de Gran Canaria, así como a la isla de Lanzarote, Fuerteventura y al este, sur y oeste y los municipios de La Orotava y Vilaflor en Tenerife.

La alerta amarilla estará vigente desde este lunes a las 00:00 horas del miércoles 2 de junio. De resto, se esperan intervalos nubosos en zonas bajas del norte de las islas occidentales y este de La Palma, con intervalos nubosos tendiendo a poco nuboso durante la mañana. En el resto de zonas e islas, poco nuboso o despejado.

Existe probabilidad de calima, principalmente en las zonas altas de las islas, con temperaturas en ligero a moderado ascenso. Los vientos soplarán del nordeste moderado con intervalos de fuerte en las costas del noroeste y sureste de las islas de mayor relieve. En medianías y zonas altas, el viento soplará del este y sureste con intensidad de moderada a fuerte.

Recomendaciones

Ante la previsión de incremento de temperaturas y en situaciones de este tipo, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través de la Dirección General de Salud Pública, aconseja a los ciudadanos que extremen las medidas de precaución para evitar que el calor cause daños a su salud, así como tener especial cuidado con niños, mayores y enfermos, que son los colectivos más vulnerables a las altas temperaturas.

Las recomendaciones frente al incremento de temperaturas son las habituales en estos casos. De forma que es fundamental no hacer ejercicio físico al aire libre. Con ello no sólo se evita una exposición al sol y al calor, sino también a la calima, que suele resecar las vías respiratorias y agravar afecciones relacionadas con ellas.

Beber agua y evitar comidas copiosas. Beber más agua, independientemente del tipo de actividad que se esté llevando a cabo, para mantenerse bien hidratado y reducir también las posibilidades de sufrir un golpe de calor.

Además de evitar las comidas copiosas y el consumo de bebidas alcohólicas, café, té o refrescos azucarados, ya que facilitan la pérdida de líquidos y la consiguiente deshidratación del organismo.

A ello se suma no exponerse al sol entre las 12.00 y las 16.00 horas, periodo del día en que los rayos solares llegan más verticalmente y la radiación es más intensa.

Es importante permanecer en lugares frescos, especialmente en el caso de personas mayores, niños y enfermos crónicos. Si tiene que salir, es mejor elegir ropa de colores claros y fibras naturales, que sean holgadas y permitan la transpiración, y protegerse la cabeza del sol con sombreros, gorras o similares.

Si a pesar de estas medidas preventivas se dieran síntomas de trastorno por calor, se recomienda refrescarse con una esponja o toallas húmedas, tomar una ducha o baño (si no se tienen mareos), beber líquidos frescos no alcohólicos ni azucarados y, si los síntomas no remiten, se deberá solicitar ayuda médica lo antes posible.