"Al mirarle a los ojos me doy cuenta de que él también se acuerda perfectamente de lo que pasó"
- La Fiscalía pide 6 años de prisión por delitos de agresión sexual y lesiones y una indemnización de 13.000 euros para la víctima, mientras que la acusación particular solicita también la imputación por un delito de amenazas, elevando la sanción hasta los 50.000 euros
FOTOS: JOSE CURBELO
A sus 39 años, María Cleofer rompió a llorar este miércoles en los juzgados en cuanto vio aparecer a su presunto agresor. Sin esperar si quiera que se presentara, la víctima aseguró que “al mirarle a los ojos veo que ha cambiado físicamente tras estos cuatro años, pero me doy cuenta de que él también se acuerda perfectamente de lo que pasó”.
Los hechos ocurrieron el pasado 9 de octubre de 2002. Desde entonces, el acusado ha estado cumpliendo prisión preventiva hasta el pasado 30 de abril de 2004. Según las diligencias, el presunto agresor se quitó unos auriculares y se acercó a Mª Cleofer Barreto, quien ese día caminaba por El Cable “tranquilamente” en dirección a Arrecife.
Tras salir a su paso, éste la amenazó poniéndole un cuchillo en el pecho y la invitó a acercarse a un rincón. Ante la negativa de la víctima, el tono de la conversación se fue acalorando y ella le explicó que no pensaba dejarse “violar por un pelagatos como él”. Entonces el acusado la amenazó, presuntamente, con tirarla contra unas rocas por el rompeolas de El Cable, que en ese momento estaba sin cubrir por el agua del mar. “Prefiero morir a que me violes”, dijo María Cleofer. “En ese momento me tiró contra las rocas”. Debió caer de cabeza pero al maniobrar durante la caída la colisión se produjo sobre el glúteo.
“Intenté levantarme. La pierna izquierda la tenía muerta y cuando me senté el presunto autor de los hechos apareció pidiéndome un móvil”. Tenía rota la cadera y era imposible que se levantara. “En ese momento puso sus manos en la cremallera de mi pantalón, y le dije que si me pensaba violar se la iba a arrancar de cuajo. Salió corriendo llamándome ‘loca, loca', y me quedé sola esperando la muerte”.
El caso fue analizado este miércoles por la Audiencia Provincial. José Antonio Suárez Santana está acusado de un delito de agresión sexual y otro de lesiones. Además de los delitos que la Fiscalía le imputa, a los que le corresponden penas de tres y tres años de prisión, la acusación particular añade también un delito de amenazas, eleva la petición a 9 años de cárcel e incrementa la petición de indemnización para la víctima de los 13.000 a los 50.000 euros.
Demora e incomparecencias
La Audiencia tuvo que suspender el juicio de ayer hasta el próximo 14 de marzo a las 12:00 horas por incomparecencia de uno de los policías locales que intervinieron en la detención del acusado, la de uno de los sanitarios de Cruz Roja que atendió a María Cleofer Barreto y del ciudadano que encontró a la víctima y pidió auxilio. Ambos testigos han sido sancionados con una multa de 200 euros por no justificar su ausencia.
Tanto la Fiscalía y la acusación particular como la abogada defensora, Ángeles Moreno, solicitaron a la Audiencia la suspensión del juicio. Los primeros por la ausencia del agente local, y la última, que también entendió que no era preceptivo el testimonio del testigo que pidió auxilio, por la incomparecencia de uno de los dos trabajadores de Cruz Roja que asistieron a María Cleofer.