El Gobierno Autónomo reconoce el trabajo social del sacerdote afincado en la Isla

Agapito Martín, Medalla de Oro de Canarias 2008

Es párroco de los barrios capitalinos de Valterra y Altavista y capellán del centro penitenciario de Tahíche desde 1996

Agapito Martín durante el encuentro que mantuvo este viernes con Crónicas.

Fotos: Anabel Navarro

Sorprendido, porque reconoce la labor extraordinaria que realizan muchos de sus compañeros que pudieran ser merecedores de la distinción, y supremamente contento, así recibe Agapito Martín la concesión de la Medalla de Oro de Canarias 2008 otorgada por el Gobierno Autónomo en reconocimiento a su enorme trabajo social. Agapito, nacido en Santa Eufemia, provincia de Córdoba, llega a Gran Canaria a principios de los años setenta como párroco del entonces empobrecido barrio de Lomo Blanco y se instala en Lanzarote en el año 96 para trabajar como párroco de los barrios arrecifeños de Valterra y Altavista y capellán del centro penitenciario de Tahíche, actividades que compagina a la perfección y desarrolla a gusto. El de Agapito es un caso excepcional: en 2008 completa doce años de servicio a la comunidad insular, a pesar de que habitualmente la Diócesis de Canarias deja cuando mucho seis años a un sacerdote en una parroquia.

Vocación y alegría

Agapito es una persona querida por la gente del barrio, por los presos y sus familiares y por los funcionarios de la cárcel. Su desempeño en prisión lo describe como un trabajo “de acompañamiento a los que sufren”, por encima de las creencias religiosas de los internos. Es más, asegura que quienes más ayuda necesitan son los musulmanes, “porque son los más pobres”. Al referirse a la pobreza recuerda un graffiti que alguna vez leyó en una prisión: “En este lugar maldito no se condena el delito, se condena la pobreza”. La sonrisa vuelve al momento de enumerar las llamadas de amigos, compañeros, feligreses y, por supuesto, del Obispo, que le han querido transmitir las felicitaciones por la Medalla. Agapito mantiene intacta la vocación de servicio y el buen humor del que difícilmente se desprende.

Solidaridad y respeto

Aunque no quisiera saber los motivos de encarcelamiento de los internos, “ellos me lo dicen todo y creo que termino conociendo mejor el caso que los sumarios judiciales”. Una muestra más de la confianza que le tienen y que ni en broma traicionaría. Destaca la valía de los funcionarios y la mano que le echan en su quehacer. “Me informan de las personas que lo están pasando muy mal y que necesitan ayuda”. La solidaridad de Agapito ha llegado al punto de acoger provisionalmente en su casa a ex reclusos que salen de prisión y no tienen sitio para vivir.

Día de Canarias

La Medalla de Oro de Canarias se creó en el año 86 para reconocer y honrar a las personas, corporaciones e instituciones que han prestado relevantes y meritorios servicios al pueblo canario dignos de agradecimiento público. No hay duda de que Agapito Martín Zarcero se lo merece. El próximo 30 de mayo recibirá la distinción en el acto institucional con motivo del Día de Canarias, que se celebrará en el auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria. Allí espera la compañía de su entrañable amigo y compañero de sacerdocio, Berto Martín.