Aculanza impugnará la Ley de Comercio de Canarias
La Asociación de Consumidores y Usuarios de Lanzarote (ACULANZA) ha anunciado su firme intención de impugnar la nueva Ley reguladora de Licencias Comerciales específicas de Canarias, aprobada en sesión plenaria del Parlamento canario el pasado jueves 10 de diciembre, ya que a su juicio "siguen las trabas burocráticas en Lanzarote", pese a la directiva europea conocida por Bolkestein.
Tras la reunión de la Junta Directiva de Aculanza celebrada el pasado 15 de diciembre, se ha puesto de relieve nuevamente el malestar por las nuevas limitaciones que la nueva Ley impone a las mal llamadas islas menores del Archipiélago. Representantes de Aculanza como Fernando Jiménez o Ricardo Tavío reprochan al Gobierno regional que en Lanzarote, entre otras islas, se pretenda ahora que la instalación de grandes superficies esté sujetas a la concesión de la pertinente licencia en caso de que la superficies de ventas superen los 1.600 metros cuadrados.
Según adelanta la Asociación, la intención es abordar dicha Ley de Comercio de Canarias con distintos asesores legales y enviar las conclusiones a la Federación de Consumidores en Acción (FACUA) para ponderar la posturas.
Recomendaciones a los consumidores ante los gastos de estas fiestas navideñas en consonancia ACULANZA-FACUA:
En la colaboración entre FACUA y ACULANZA se han acordaro varias acciones a compartir y actividades e información a divulgar, como el uso del bono de publicación para folletos y decálogos o la duplicidad del cobro de recibos de electricidad por parte de Unelco-Endesa, un aspecto que debe reclamarse de inmediato, y más ahora, con la inminente subida del recibo de la Luz, en algo más de un 3%, apróximamente.
Aculanza sugiere también que los usuarios procuren hacer caso omiso a los mensajes que se les están enviando desde diferentes instancias, incitándoles a aumentar el consumo durante las fiestas navideñas de este año, como forma de contribuir a solventar la actual crisis económica. La Asociación recuerda que "ni el ocio ni la felicidad están ligados al consumismo", y que muchas familias padecen una grave situación de sobreendeudamiento provocada por mantener un consumo desorbitado". Es necesario, aconsejan, "que se mantenga una actitud responsable ante las compras navideñas, limitándose a adquirir aquello que realmente se quiera o necesite.
Sobre el alumbrado de Navidad, Aculanza considera que dicha actitud responsable debe abarcar el uso racional de alumbrado extraordinario. No aumentar el uso del alumbrado navideño en sus domicilios. En la actualidad éste no sólo se incorpora al adorno de abetos y belenes, sino que se utiliza en el resto de la vivienda, incluyendo sus fachadas.
Sobre el importante desembolso económico que ello supone y que se refleja en la facturación del suministro eléctrico posterior a las festividades.Al mismo tiempo, aunque la situación económica permita este dispendio, no se debe olvidar que al malgastar electricidad se está perjudicando gravemente el medio ambiente.
Por el mismo motivo, la FACUA/ACULANZA critica la tendencia seguida durante los últimos años por los grandes centros comerciales, que, además de aumentar el alumbrado navideño, TRATAN de adelantar cada vez más la fecha de su puesta en funcionamiento.
Sabemos que los AYUNTAMIENTOS de la isla han limitado dicho alumbrado, esperando que dicha medida no se haya adoptado solamente por la actual coyuntura económica sino por motivos ecológicos.
Principales precauciones
Atendiendo a la experiencia, las principales recomendaciones que los consumidores deben seguir en las compras de navidades y Reyes son las siguientes:
- Devoluciones de productos: antes de pagar, debe comprobarse la posibilidad de cambiar los artículos. La Asociación recuerda que los establecimientos comerciales están obligados a sustituir el producto defectuoso por otro en cualquier época del año. Para ello, es fundamental pedir siempre la factura o el ticket de compra y conservarlo.
- Reserva de productos y ”apartados” de Reyes: Se advierte a los consumidores que si reserva o “aparta” un producto, adquiere el compromiso de comprarlo, a la vez que el comerciante queda obligado a disponer del producto en la fecha indicada.
- Si el comerciante no cumple, el consumidor puede reclamarle la devolución de la cantidad entregada además de una indemnización por los posibles perjuicios que padezca (por ejemplo, el aumento del precio del producto por tener que comprarlo en otro establecimiento).
En caso de que el consumidor se arrepienta de la reserva efectuada, no tiene derecho a la devolución de las cantidades entregadas ni al cambio del objeto apartado por otro distinto, a no ser que el establecimiento hubiera aceptado previamente dichas posibilidades.
- Productos ganchos: algunos establecimientos lanzan promociones publicitarias en las que, para atraer a la clientela, figuran determinados productos a precios espectaculares. Una vez en el establecimiento en cuestión, el consumidor no lo encuentra, recibiendo la excusa de que se han agostado sus existencias. O proponiendo sólo adquirir una cantidad concreta, NO PUBLICITADA previamente
-Para nosotros se trata de una práctica ilegal, dado que, cuando se lleva a cabo una promoción publicitaria de este tipo, el establecimiento debe tener en existencia suficientes productos en proporción al tipo de publicidad que se ha generado. Por ello, insta a los consumidores que se vean afectados por estas conductas a denunciarlas.
- Compra de juguetes: estos artículos disponen de la misma garantía que cualquier otro bien de consumo. A tal efecto, hay que distinguir entre la garantía legal y la comercial.
La primera se establece por un periodo de dos años, mientras que la segunda es la ofrecida por el fabricante, y debe constar por escrito y determinar los requisitos que se van a exigir para hacerla efectiva, así como la duración de la misma, el nombre y la dirección del garante.
- Cotillones: ACULANZA ya denunció el año pasado una de estas fiestas de Fin de Año. Así, recomienda que los consumidores se aseguren de que el cotillón/fiesta al que van a acudir posea las licencias necesarias para poder organizar este tipo de eventos. Por otra parte, también aconseja que se conserve la entrada y, si es posible, publicidad de la fiesta para, en caso de incumplirse las condiciones anunciadas, poder reclamar la devolución de la totalidad o parte del dinero abonado.