Partidazo
Por Miguel Ángel de León
Veo el clásico canario (mal llamado derbi/derby) entre la UD Las Palmas y el CD Tenerife en Tenerife. Ergo, me lo gocé en realidad por televisión, pues se jugaba en Gran Canaria. Al día siguiente veo y leo la prensa de ambas islas a la sombra del padre Teide, y tal parece que los croniscas hablan de dos partidos distintos. Nada nuevo bajo el sol balompédico, vive Dios (o sea, Ronaldiño). Los periódicos chicharreros dan por hecho que su máximo representante futbolístico le perdonó la vida al conjunto canarión, y "vicealainversa" -como dijo el otro- alegan los titulares impresos canariones. Yo si le digo le engaño, cristiano, pero tengo para mí, pese a mi indisumulable afición por los amarillos desde allá cuando chinijo (cuando Las Palmas militaba en Primera División; cuando llegó a ser subcampeona de Liga; cuando el Madrid y el denizo de negro de turno le robaron literalmente la Copa del Rey; cuando el Tenerife debía andar por la Preferente), que ambos equipos se pudieron haber llevado este sábado los tres puntos en juego, que ambos pudieron perder, y que finalmente ambos empataron. No se hable más, pues. Lo que sí que no admite discusión alguna es que esta UD no es el equipazo de Las Palmas que uno conoció y siguió desde muy niño, ni cosa que se le parezca.
En hablando de periódicos chichas, el ultrainsularista y ultrainsolidario El Día vio el partido del sábado en clave del pleito insular, que todo lo contamina -principalmente las almas- y terminó hablando, para no perder su inveterada y ridícula costumbre de achacar todos los males al enemigo exterior, del afamado sanedrín de Vegueta. Tócate los nísperos. El Día, por cierto, es el único periódico de Tenerife que apoya abiertamente la inminente manifestación racista, nacionalera y xenófoba a celebrar en Santa Cruz. No podía ser menos, viniendo de quien viene. Menos mal que las otras dos cabeceras, con mucha más cabeza, editorializaban este domingo en contra de ese carnaval de los rabiosos. Menos aceite da un carozo, que es lo que tienen algunos por corazón, si lo hubiera o hubiese.
En la noche del domingo, de regreso a Lanzarote, alguien me comenta en el avión que se está jugando a esa precisa y preciosa hora otro clásico futbolístico (otro derbi/derby, al decir de los periodistas pelín papanatas) en la Península. Así, a bote pronto, no sé a qué partido se refiere.
-Venga, Miguel Ángel, no te hagas el loco. Te hablo del clásico entre los clásicos en Primera...
-¿El Barça-Español? Pero todavía no toca...
Total, que me lo perdí. En el avión de Binter/Futura no tienen televisión de pago en directo. Menos mal que las azafatas están de mucho mejor ver que el mejor de los futbolistas. El que no se consuela es porque no quiere.
UN CACHONDO EN EL AYUNTAMIENTO DE HARÍA
O una cachonda. Por fortuna pude cerrar la lectura del malhumorado periódico El Día con una abierta carcajada. Y toda gracias a este pequeño comentario que aparecía el domingo en su contraportada: ¿BROMA POSTAL DESDE HARÍA O DESPISTE? Nos cuenta una mujer residente en Tenerife que el viernes pasado recibió una carta certificada del Ayuntamiento de Haría, en Lanzarote, y que en su dirección del destinatario le pusieron textualmente: "Santa Cruz de Tenerife (Las Palmas)". No sabemos si se trata de una broma de algún funcionario municipal o de un desconocimiento geográfico increíble. Nos inclinamos por la primera posibilidad, porque la segunda parece descabellada".
También son ganas de confundirse. Si esa carta llega a tener como destinatario a uno que yo me sé, a un tal Pepito Rodríguez le da un infarto y el periódico El Día estaría hoy sin director. (de-leon@ya.com).