En la cárcel esperan por ti

Por Miguel Ángel de León

Si no crees en la palabra de político alguno, ahora menos que nunca antes. Y con más motivo y argumento para esa razonadísima y total falta de fe. Malos tiempos, o tiempos tontos, los que corresponden a las vísperas electorales. Hoy y siempre. Si de ordinario no crees, ni loco ni borracho ni en broma ni por una apuesta, en las promesas políticas de autoridad o candidato alguno, de aquí hasta después de abiertas las urnas del 27 de mayo, razón de más para aferrarte a tu justificadísimo escepticismo, que no es arbitrario ni caprichoso sino que tiene su explicación en la cotidiana experiencia, que te ha enseñado que de lo prometido nunca hubo nada y nunca más se supo. Tú lo sabes.

Si jamás lees la noticia que aparece bajo el titular “vamos a hacer; nos comprometemos a” y mentiras similares, ahora es que no conviene ni siquiera terminar de leer el propio titular. Todo es mentira, hermano, pero ahora más que nunca. No te engañes. Que no te engañen. Ni caso a los cuentistas. Cuídate de ellos; tenlos y mantenlos más lejos que cerca. No está tan claro que no muerdan y que lo suyo no sea contagioso. Fíate y no comas, como dijo el otro.

Tan cierto como lo anterior es que tampoco es necesario, para mi gusto, apuntarse a zahorí/sajorín, ni hay que sacarse el carnet de vidente en Radio Ecca o tener genes descendientes de Nostradamus, para adivinarles un futuro carcelario a muchos de los actuales máximos dirigentes políticos en Lanzarote. Esa fruta madura tendrá que caer por su propio peso, más pronto o más tarde. Tal y como te lo cuento. Esto sí que no es cuento. Está escrito. Las denuncias están presentadas. Los fiscales las han hecho públicas. La prensa las ha aireado. Los jueces las andan estudiando. Como dice el conejero viejo, “esto tiene que estallar por algún lado, caballero”.

Muchos de los que ahora van en coche oficial en esta automovilísticamente saturada pobre islita rica sin gobierno conocido tendrán que vérselas, en efecto, con esos jueces y fiscales durante los próximos meses del presente 2007, un crudo año electoral que no terminará -aquí lo apunto, aquí lo barrunto- sin ver tras los barrotes, o a punto de traspasarlos, a varios actuales alcaldes (y ex alcaldes, y ex concejales tales y cuales) que han hecho suyo, nunca mejor dicho y hasta las últimas consecuencias, el grito de guerra electoral de “lo nuestro”, que de último además lo ha asumido como propio unas concretas siglas con muy poca vista o tacto publicitario, pues todo lo que suena a “cosa nostra” suena mal, como es triste fama. No hay que tener ni siquiera una gran cultura de política internacional o cinematográfica para estar al cabo de esa verdad elemental.

De momento, ya han sido señalados con el dedo judicial Juan Ramírez Montero, Juan Pedro Hernández, José Francisco Reyes, Miguel Martín y otros nacionalistas con cargos públicos que tendrán que cargar con más cargos, por si fueran o fuesen pocos los que ya llevan encima u ostentan. A María Isabel Déniz, todavía alcaldesa de Arrecife, le están buscando algo más que las cosquillas: le andan investigando y mirando con lupa por los alrededores de sus humildes propiedades en Playa Honda, Famara, Los Valles y por ahí. Pero no son los únicos que están en ese peligroso punto de mira. Lo iremos viendo y sabiendo en las próximas semanas.

Dicen que Dimas Martín Martín ya sabe y da por hecho que no va a estar solo durante mucho tiempo en Tahíche. Pronto verá pasar por allí otras caras y otros rostros (mucho rostro, mucha cara) que le van a resultar más que conocidos y casi tan familiares como sus propios familiares, esos que de momento son casi los únicos que acuden cada semana a visitarle a prisión. ¿Quién habló de sobre-ocupación o saturación en Tahíche? Una broma si lo comparamos con lo que está por llegar. (de-leon@ya.com).