El gancho del Guincho
La gente se malicia, no sin razón, que a estas alturas del esperpento todo está ya politizado. Lo que ocurre es que no es menos verdadera la otra certeza que advierte que, en realidad, todo es política. Y, en Lanzarote, política al cubo (de la basura). Puestos a dudar, uno se puede preguntar incluso si están politizados también, por poner un ejemplo no más, los movimientos o grupos ecologistas, si los hubiera o hubiese. ¿Los hay en Lanzarote a día de hoy? En caso de haberlos, habrá que preguntarse también, acto seguido, si el poco y mal avenido asociacionismo ecológico que va quedando está politizado o se maneja con total independencia del poder institucional o partidista. ¿Qué fue o qué se hizo -un suponer- de El Guincho?
Años atrás, la internacionalmente conocida asociación ecologista Greenpeace (Paz Verde, por decirlo en cristiano) tuvo a bien desechar finalmente el nombramiento previo del psoecialista José María Mendiluce como presidente o cabeza visible de aquella organización no gubernamental (ONG para los amigos de las siglas, aunque no conviene olvidar que también son Organizaciones No Gubernamentales las mafias o los grupos terroristas, puestos a decirlo todo). Finalmente, la junta directiva de la organización ecologista, que le había nombrado previamente, resolvió en tardía pero en buena hora no ratificarlo en el cargo. Razón esgrimida: los estatutos tienen prohibido utilizar la condición de socio en beneficio de ningún interés económico o político partidista, y Mendiluce no había renunciado a su otra condición de eurodiputado europeo. Como la mujer del César no sólo ha de parecer honrada sino que además tiene que parecerlo, tampoco se puede (se puede, sí, pero no se debe) estar en la procesión y repicar al mismo tiempo las campanas. Sabia, atinada y precavida decisión la tomada allá cuando por Greenpeace, para mi gusto. No hay que olvidar que, antes de que se produjera aquella noticia, unos 130 socios de la asociación ecologista en España ya se habían dado de baja a raíz, precisamente, del nombramiento del mencionado Mendiluce como presidente internacional. Argumentaban los dimisionarios que "tener un presidente vinculado a una opción política nos puede hacer más vulnerables ante nuestros enemigos".
Repito la pregunta, sin ánimo de incordiar a nadie: ¿Qué fue, qué se hizo o qué se quiere hacer de El Guincho?
SE AGRADECE EL DETALLE: Del 26 al 30 de septiembre se celebra en Segovia el denominado Hay Festival, que consta de mil y un actos relacionados con la cultura. Días atrás, la Fundación Mapfre Cultural me enviaba por correo tradicional la atenta invitación al mismo, favor por el cual le quedaré eternamente agradecido. Miro el programa de actos y, aunque sólo sea por ver en carne mortal a la bellísima poeta india Tishani Doshi (vete corriendo al Google, escribe su nombre y pincha en Imágenes), el viaje merece la pena, a fe mía. Pero hay otra pena mayor: también estarán por allí la sectaria Almudena Grandes y el engreído plomo madridista Javier Marías (te los regalo ambos). Ya se me quitaron las ganas. Otro año será. (de-leon@ya.com).