“Lo mejor que le podría pasar a Ecuador es una guerra civil”
El Gobierno español acaba de cerrar un acuerdo con Ecuador a través del cual se intentará facilitar el retorno de estos inmigrantes a su país de origen. Según el presidente del país latino, lo que se pretende es que el reagrupamiento familiar no se produzca en España sino en la tierra de origen. Para ello, se buscarán fórmulas con entidades financieras que agilicen lo que el dirigente ecuatoriano Rafael Correa ha llamado “el plan agresivo de retorno de inmigrantes”.
Vicente Rojas es el presidente del colectivo de ecuatorianos en Lanzarote Perla del Pacífico y reconoce que “yo regresaría”.
Vicente lleva en España desde 1995. Tomó la decisión de abandonar su patria “porque las cosas ya estaban muy complicadas y al borde de la guerra con los vecinos de Perú, lo que provocó una graves crisis económica y los comerciantes vimos cómo nuestros negocios iban quebrando y cómo los estudiantes tuvieron que dejar las universidades”. Recuerda que “nos quedamos sin nada y tuvimos que buscar los medios para poder salir del país”.
En su caso se decidió por España sin saber lo que se podía esperar aquí. “Supuestamente era el país con el que más teníamos en común pero todavía, a día de hoy, sigo sin comprender porqué salí de Ecuador y me arrepiento muchísimo porque no he alcanzado lo que quería”, se lamenta.
Dice que ha perdido mucha familia y no ha tenido la ocasión de estar con ellos, algo que tiene marcado a fuego lento.
Buscaba ganar dinero
“Yo no buscaba hacerme millonario sino conseguir un capital y un nivel económico como el que tenía en Ecuador antes de la quiebra para poder volver pero la situación en 1995 era muy complicada estando en una estado de irregularidad”, rememora. Aún así, dice que no se había hecho el cuento de la lechera y que nadie le había contado nada sobre España antes de venir. “Uno no se plantea si las cosas serán fáciles; sólo sabes que tienes que buscarte la vida y miras a través de qué países es más sencillo entrar en Europa y en el consulado nos dijeron que para entrar en España sólo necesitábamos el pasaporte”.
Rojas cree que en Latinoamérica se tiene idealizada Europa y que cuando se llega aquí se empieza a ver que las cosas son distintas. “La gente es muy diferente, más fría, aunque esto no tiene nada que ver con las Islas porque aquí tenemos muchísimo en común”, opina.
El periplo europeo de Vicente comenzó en Milán, pasando por Barcelona y Madrid hasta que recaló en Lanzarote. La peor situación la vivió en Italia y en la capital española, donde le fue más complicado conseguir un trabajo sin papeles. “Yo ya sabía que iba a ser difícil en un lugar en el que no se tienen amigos y casi nada en común, salvo el idioma, con unas costumbres completamente diferentes”, asevera.
El propósito del presidente del colectivo Perla del Pacífico era volver a su casa una vez conseguido un pequeño capital. En ningún momento se planteó traer a su familia a España. En el momento de abandonar Ecuador era un estudiante de derecho, soltero pero a cuyas espaldas cargaba la manutención familiar.
De nada sirve volver, si allí no mejora la situación
En cuanto al plan preparado por España y Ecuador para favorecer el retorno de los inmigrantes, Vicente Rojas opina que “si el Gobierno abre vías para seguir adelante económicamente en el país, la gente si regresaría”. En su opinión, “ahora, con el dólar como moneda oficial, lo que se ha conseguido es que el pobre sea cada vez más pobre y además el Gobierno no piensa nunca en el ciudadano, sólo quieren beneficios para ellos”. Es más, asevera que “lo que tienen que hacer los dirigentes no es buscar sólo una estabilidad económica para los que estamos fuera, sino para los que están dentro”.
Las peticiones para la entrada de ecuatorianos en España a través del reagrupamiento militar en el último año han crecido un 75 por ciento y la comunidad ecuatoriana en nuestro país en la segunda dentro del colectivo de inmigrantes, tras la marroquí.
Piensa que todas estas medidas que ahora están saliendo a la luz son de cara a la galería o un lavado de imagen por parte de los dirigentes ecuatorianos “que están intentando mantenerse en el Gobierno”. Dice que “tenemos el dólar como moneda nacional y el país pisoteado con una pérdida total de nacionalidad ya que con el dólar no es una moneda latinoamericana”.
Hoy en día son muchas las familias que tienen que subsistir con las divisas que se les envían desde el extranjero. Dice Vicente Rojas que “la gente debería pensar lo que se podría conseguir si se explotaran los recursos del propio Ecuador”.
Futuro desolador
“En las universidades siempre se decía que tenía que llegar un guerra civil para cambiar las cosas y serían necesarias muchas muertes para que la situación económica fuera distinta”, comenta, y afirma que “esta guerra civil debería llegar porque los ciudadanos no podemos ser conformistas y hay que luchar para que toda la población tenga los mismos derechos”. Asegura que “una familia de cinco personas no puede vivir con 300 dólares y no hay ni subvenciones ni seguridad social ni nada porque el Estado nunca a lo largo de su historia se ha preocupado por la ciudadanía”.