Eugenio Hernández quiere solidarizarse con las personas a las que se les incautó material en el mercadillo de Teguise

Los chinos, competencia leal para los comerciantes locales

Para el secretario de Arrecife Zona Centro, las pequeñas tiendas de barrio tendrán que fomentar la cercanía con los vecinos para poder subsistir

El pasado 1 de noviembre casi todos los comercios de Arrecife estuvieron cerrados por ser festivo; casi todos, porque las tiendas conocidas popularmente como “los chinos” sí que abrieron, igual que el resto de los 364 días del año. ¿Supone esto una competencia desleal para los empresarios de la Isla que no están dispuestos a trabajar de este modo frenético? Para el secretario de Arrecife Zona Centro, Eugenio Hernández, “si ellos entran en la legalidad y cumplen con la normativa, son competencia pero no desleal”. Dice que “son una competencia fuerte, dura y que se está produciendo en todos los mercados porque son una nación con 1.300 millones de habitantes que se están estableciendo en todo el mundo y son personas que se mantienen con muy poco porque se están fuera de la sociedad de consumo que tenemos en otros países”. Asegura que “su producción es mucho más económica y eso es algo de lo que también podemos aprovecharnos nosotros porque podemos acudir a su mercado como lo acaba de hacer la Cámara de Comercio de Las Palmas, Lanzarote y Fuerteventura, que acaban de regresar de una expedición a una feria internacional en China en la que se han podido hacer muy buenos contactos”.

Sin embargo asevera que “yo no sé qué intereses tienen los chinos que vienen a España a abrir establecimientos y si realmente tienen algún tipo de desgravación impositiva que les facilita abrir negocios aquí”.

Reconoce que “de ser cierto que no pagan impuestos o lo hacen en menor cantidad que los españoles, entonces sí que estaríamos en una situación de competencia desleal”.

Resulta también difícil entender de dónde sacan el dinero inicial para abrir estos establecimientos personas que llegan en calidad de inmigrantes a nuestro país. En opinión de Hernández, “no me atrevo a hacer análisis sobre si es un blanqueo de dinero pero sí sé que están pagando alquileres fortísimos en primera línea”.

Para el secretario de Arrecife Zona Centro, el gran beneficiado con estas tiendas es el consumidor ya que “cada uno puede comprar donde quiere aunque todo el mundo sabe que la calidad de estos productos no es buena y la homologación de electricidad suele ser dudosa”.

Del todo a 100 al chino

Podría decirse que las tiendas de los chinos eran las herederas de los antiguos “todo a cien” pero hoy en día, sus comercios son auténticos supermercados de los que una persona puede salir vestida, calzada y con la comida para el día. Para Hernández, “el mercado está dando un giro muy rápido y o te amoldas o te resignas”.

Horarios en festivo

La ley permite a los comercios de menos de 300 metros abrir todas las horas que se quiera incluso en festivos y en las zonas turísticas hay libertad de horario sin tener que cumplir ni un mínimo ni un máximo. Además, dentro de un par de años se establecerá una normativa dictaminada por la Unión Europea en la que se liberalizarán todos los horarios. Explica Hernández que “esto será una ventaja para los consumidores y un reto para los pequeños comerciantes ya que el que quiera trabajar va a poder hacerlo”.

Estos nuevos desafíos van a suponer, en opinión del secretario de Arrecife Zona Centro, que los propietarios de los establecimientos tengan que aprovechar sus pequeñas ventajas; es decir, los que tienen una pequeña tiendita de barrio deberán especializarse en los productos de última hora, aquellos artículos que necesita conseguir el cliente en un momento determinado, y deberán utilizar el factor de la cercanía y un buen trato para fidelizar a sus consumidores. “No van a poder evitar que la gente se vaya a hacer la compra semanal a una gran superficie pero sí pueden aprovechar la proximidad”, asevera. Comenta que “todo el mundo no acude al centro y en los barrios la relación entre cliente y dueño suele ser muy buena, con la ventaja de que se pueden reservar productos y otras cuestiones que tenemos que aprovechar”.

Intervención policial

Hace unos días la policía llevó a cabo la incautación de numeroso material falsificado en el mercadillo de Teguise, algo con lo que no está de acuerdo Eugenio Hernández, al menos, con las formas. Comenta que “estas personas no han estado engañando a nadie y el control policial se tiene que establecer pero no que de pronto se arruine a comerciantes que llevan años trabajando de una determinada manera y consentida por todos”. Resalta que “son personas que viven de eso y ningún responsable de las marcas que se han imitado ha venido a protestar; es más, para muchas ha supuesto una publicidad que les ha hecho incrementar sus ventas”. Dice que “no se puede pegar esos sablazos cada vez que a la policía o a la guardia civil se le ocurre hacer ese tipo de redadas”. Piensa que “esta gente está comerciando con estos artículos en vez de estar en cualquier otro lugar cometiendo infracciones verdaderamente graves”. Cree que “lo que hay que hacer es ir dándole a esa gente la posibilidad de ir corrigiendo lo que están haciendo pero no de golpe y porrazo y quitándoles toda la mercancía porque hasta ahora se les ha permitido hacerlo”.

Piensa que la actuación policial debe centrarse en muchos comercios, como las peluquerías ilegales que han proliferado en la Isla, en la que la gente no paga ni un permiso de apertura ni mucho menos tiene a los empleados en situación regular. Comenta que “no tenemos suficientes inspectores para eso y mucho menos policías municipales ya que hay una plantilla de 65 agentes cuando serían necesarios 130, teniendo en cuenta la situación de inseguridad que se está produciendo en la Isla”.