Por primera vez existe unanimidad en la mayoría de los medios en que el actual presidente en funciones, Mariano Rajoy, escapó del enfrentamiento con sus tres principales rivales

El gran debate entre los cuatro aspirantes a presidir España termina sin ganadores

El primer y único debate entre los cuatro aspirantes a presidir España después del 26 de junio, Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias, fue menos bronco de lo esperado y terminó sin vencedores y vencidos. En eso también por primera vez coinciden casi todos los analistas, que comprenden que Rajoy podría haber ganado este lunes por la noche a los puntos tras escapar con cierta solvencia de los ataques de los unos y de los otros. Entre las claves, los constantes guiños del candidato de Unidos Podemos al candidato socialista para que formen gobierno, o la idea fija del presidente de Ciudadanos de que su principal rival esa noche era el presidente de los populares. Entre las conclusiones, que hay un compromiso de que dentro de dos domingos no sucederá lo mismo que sucedió en diciembre, y se formará gobierno sí o sí.

La corrupción ha enfrentado a los cuatro candidatos a presidente del Gobierno y ha elevado el tono del debate provocando enfrentamientos cara a cara entre ellos y provocando que el líder del PP, Mariano Rajoy, se revolviera contra las acusaciones que le han lanzado Pedro Sánchez y Albert Rivera. Iglesias ha comenzado el bloque sobre corrupción lamentando todos los casos que ha habido en los diversos partidos y que se mantengan "las puertas giratorias". Uno de los casos citados por el líder de Podemos ha sido el de los ERE, por lo que Pedro Sánchez le ha reprochado que se le olvidara mencionar en los que han estado implicados dirigentes de Podemos como Juan Carlos Monedero o Íñigo Errejón. Pero el líder del PSOE ha dirigido sus críticas principales al PP y ha considerado que la regeneración de este partido sólo será posible si pasa a la oposición. Y ha insistido en sus ataques a Rajoy a cuenta de los SMS al extesorero del PP Luis Bárcenas al considerar que debería haber dimitido.

"Pero sigue aquí gracias al apoyo del señor Iglesias", ha insistido Sánchez, quien ha recalcado que el PP tiene una contabilidad en B y los españoles no se merecen que Rajoy siga siendo presidente. Rajoy ha amagado con contraatacar con los ERE recordando la situación en la que se encuentran los expresidentes andaluces José Antonio Griñán y Manuel Chaves, y señalando que podría pedirle responsabilidades por ello, pero no ha querido ahondar en este asunto. A lo que se ha dedicado inicialmente Rajoy es a recordar las medidas que ha ido poniendo en marcha en los últimos años para luchar contra la corrupción. "No se derrota a la corrupción con aspavientos ni con inquisiciones, sino con leyes y castigos", ha advertido al tiempo que ha reprochado a Sánchez que los socialistas hayan votado en contra de esas medidas impulsadas por el PP. Y ha lamentado igualmente que al secretario general del PSOE no le interese realmente moralizar la política.

Ese cruce de críticas entre Rajoy y Sánchez ha llevado a Rivera a subrayar que la corrupción es una materia de reproche entre "los viejos partidos", y tras exponer sus propuestas en materia de regeneración democrática, ha dudado de que los ciudadanos puedan confiar en el PP con los casos que le afectan y con noticias en las que se afirma que él mismo llego a cobrar dinero negro.

Además, ha recordado una reciente encuesta de un medio de comunicación en el que se asegura que incluso los propios votantes del PP preferirían que Rajoy fuera relevado al frente de este partido para facilitar un acuerdo. Por eso le ha pedido que reflexione y piense que "el sillón no está por delante de España". En alusión a las críticas de Sánchez a Rajoy en el cara a cara de ambos ante las elecciones del 20 de diciembre, Rivera ha dicho que él no iba a llamar indecente al presidente del Gobierno en funciones pero sí le ha insistido en la necesidad de que afronte una reflexión para facilitar un nuevo gobierno en España.

Rajoy ha salido al paso del supuesto cobro de dinero negro recordando a Rivera la acusación que en ese sentido le hizo en una entrevista en el programa "Salvados". "Cobró dinero negro, lo dijo en Salvados o ¿miente ahora?", le ha espetado, a lo que Rivera ha contestado que por entonces "no estaba en política y era joven" y que no cobró, sino que pagó una factura sin IVA.

Ante la insistencia de Rajoy por este asunto y dado que al candidato de Ciudadanos se le había agotado el tiempo, Sánchez ha salido en su defensa. "Si tomamos como referencia lo dicho en Salvados, usted tendría que haber dimitido señor Rajoy el mismo día que Soria anunció que se iba", le ha señalado, tras recordar que en esa entrevista dijo que asumiría responsabilidades políticas cuando una persona que él nombrara tuviera un comportamiento poco ejemplarizante.

Pablo Iglesias también ha sido preguntado por el momento en que en un caso de corrupción se debería asumir responsabilidades políticas, y ha contestado que la dimisión debería hacerse efectiva con la apertura de juicio oral. En los reproches mutuos entre Rajoy y Rivera el presidente del Gobierno en funciones le ha instado a que dijera si consideraba que los tribunales de aforados son más cómodos para las personas a las que juzgan. "Según usted, los jueces del Tribunal Supremo son menos independientes. Es que uno empieza ya a tener la sensación de que tiene una mentalidad inquisitorial. Usted quiere ser a la vez juez de instrucción , fiscal...", ha afeado el jefe del Gobierno al líder de Ciudadanos. Y ha proseguido: "Tiene usted un concepto demasiado bueno de sí mismo. Un poco de humildad". Otro enfrentamiento cara a cara ha sido el de Sánchez y Rivera después de que éste insinuara que Podemos había recibido dinero del Gobierno venezolano de Nicolás Maduro. Iglesias ha considerado que se trataba de una acusación falsa de un delito "muy grave de financiación ilegal", lo que a su juicio no se puede "aceptar" en un debate entre candidatos a la Presidencia del Gobierno.