sábado. 20.04.2024

Solo las familias que tienen miembros con trastorno del espectro autista, los ciudadanos afectados y los colectivos que trabajan por mejorar la atención y calidad de vida de las personas con TEA, saben en toda su dimensión los problemas a que se enfrentan y los obstáculos que tienen que salvar a diario en una sociedad todavía con muchos deberes pendientes en materia de inclusión. Cada 2 de abril se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, aunque este año de pandemia el movimiento asociativo quiere incidir especialmente en la dificultad de las personas con TEA para acceder a la educación y al empleo lanzando la campaña ‘Puedo aprender, puedo trabajar’, compartida por el municipio de Yaiza a través del Ayuntamiento y de la Asociación Creciendo, incluida en el programa municipal de Servicios Sociales para el apoyo de niños y jóvenes con necesidades educativas especiales.

Si el covid-19 ha descubierto la vulnerabilidad de países supuestamente desarrollados poniendo en jaque la atención básica sanitaria y destapando pobreza, cabe subrayar que las personas con autismo padecen y sufren desde hace años el rigor de la desigualdad, de tal forma que lo que ha hecho la pandemia es acrecentar la falta de inclusión. En el ámbito laboral, sigue habiendo prácticas de contratación discriminatorias y entornos que suponen grandes obstáculos para personas con autismo, así lo advierte Naciones Unidas.

El manifiesto del movimiento asociativo del autismo en España declara que “acceder a una educación que se adecúe a las capacidades, prioridades y necesidades específicas de cada persona con TEA, que incluya los apoyos adaptados requeridos, tiene un impacto muy importante en el desarrollo de su potencial, lo que repercute también en sus familias, que a menudo son sus cuidadores principales”.

Las estadísticas enseñan que el alumnado con TEA en España representa el 23,2 por ciento del total de estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo, porcentaje incrementado en los últimos cinco cursos, pasando de un 17 por ciento a un 23 por ciento, lo que supone que 1 de cada 4 alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo tiene TEA. Y otro aspecto significativo: hay una escasa presencia de alumnado con TEA en la educación post obligatoria y no se dispone de datos sobre el acceso a la Universidad de personas con TEA.

Por esto y otros tantos motivos, Autismo España hace un llamamiento a las autoridades competentes para promover el acceso a apoyos adecuados para los estudiantes con TEA en el sistema educativo. La educación y el empleo son dos áreas esenciales de bienestar que siguen echando en falta personas con trastorno del espectro autista.

Yaiza y la Asociación Creciendo se unen al grito de ‘Puedo aprender, puedo trabajar’
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