“Cuando llegue el momento de la sucesión, nos sentaremos con CC; miraremos el perfil de cada uno y llegaremos a un acuerdo”
“El proceso de La Cueva de Los Verdes está en sede judicial, pero es tan larga como intentar ir nadando desde Lanzarote a Madrid”
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Haría, José Torres Stinga, tiene claro que no va a haber ningún problema de sucesión con la persona que ostentará la Alcaldía cuando llegue el momento, que será por el mes de mayo o junio cumpliendo el pacto que les llevó a censurar al socialista Alfredo Villalba. En el programa “A Buena Hora” de Crónicas Radio – Cadena Cope de este lunes aseguró que hablarán del tema con los representantes de Coalición Canaria (CC) y que entre todos intentarán encontrar la solución en la que se encuentren más a gusto, sin que quisiera de momento adelantar si será él o su compañera Evelia García quien llevará el bastón de mando. Aún así, comentó que da igual quien sea porque la línea a seguir está muy definida. En cuanto al Mirador de Guinate, entiende que ya han presentado todo lo solicitado pero que la burocracia puede entorpecer estos procesos; lo mismo que ocurre con la Cueva de Los Verdes, que deja claro que no está durmiendo el sueño de los justos sino que está pendiente de que el Juzgado dirima la cuestión.
- No paran los despropósitos en Guinate. ¿Esto se va a aclarar de una vez?
- El Ministerio es un monstruo y están los políticos, los funcionarios y mucho tecnócrata. Es una obra que se adjudicó y hay una subcontrata. Afortunadamente, se han logrado canalizar las peticiones que se han hecho por parte del Ministerio; la última del viernes, cuando se habló también con el delegado del Gobierno y creo que con la mano definitiva de Manolo Fajardo y creo que podemos estar tranquilos. Para evitar este tipo de sustos, ha sido el propio Ayuntamiento quien puso las vallas para controlar cualquier movimiento que se pueda producir y que no tengamos conocimiento del mismo.
- ¿Cuándo va a empezar la ubicación del radar en la otra ubicación?
- Eso ya será un tema del Ministerio, al que hemos trasladado todos los requisitos que nos han solicitado, que nos pedían que dejáramos claro que el Ayuntamiento no iba a poner obstáculos. Tampoco lo entendí porque cómo vamos a poner nosotros obstáculos pero bueno, entendimos que lo razonable es darles todo lo que pedían para evitar una tropelía de este calado, totalmente incompatible con las relaciones cordiales que debe haber entre todas las instituciones.
- ¿Finalmente el asunto de La Cueva de Los Verdes está durmiendo el sueño de los justos?
- No, no está durmiendo el sueño de los justos; está en sede judicial, pero es tan larga como intentar ir nadando desde Lanzarote a Madrid. Esto es algo muy complicado. Nosotros estamos pendientes de una resolución. Recuerden la famosa adenda y los intentos de enredar la situación. El Ayuntamiento hizo lo que hizo; el Cabildo mandó homologar la famosa adenda; el Juzgado decía que no reunía los requisitos y ahora, por parte del Cabildo, en vez de aprovechar la coyuntura para abrir una vía de diálogo, lo recurrió. Es razonable que la resolución se pueda producir de un momento a otro.
- Este año tiene que producirse la sucesión en el cambio de la alcaldía. ¿Quién va a ser el alcalde?
- No va a haber ningún problema. Nos sentaremos entre las dos formaciones políticas y llegaremos a un acuerdo para ver quién es la persona más idónea para afrontar el año que nos viene por delante.
- Ahí CC ni pincha ni corta…
- Sí pincha y corta. Lo que nosotros queremos es hacer una labor consensuada y en cada situación se busquen las soluciones más adecuadas. Cuando llegue el momento, nos sentaremos y hablaremos, mientras tanto, no tiene sentido estar hablando si puede ser Juanito o Menganito. Nos sentaremos con CC; miraremos el perfil de cada uno y llegaremos a un acuerdo. Que sea uno u otro tampoco va a cambiar nada porque nosotros tenemos una línea muy definida. Buscaremos una solución en la que cada una de las partes se sienta lo más cómoda posible; por eso, le garantizo que no va a haber ningún problema para que se pueda justificar el incumplimiento del pacto.
