Dos de los trabajadores despedidos por el Ayuntamiento de San Bartolomé demuestran en juicio la improcedencia de sus despidos
Dos de los trabajadores despedidos por el Ayuntamiento de San Bartolomé han demostrado en juicio la improcedencia de sus despidos. Así lo constata el comité de empresa del Ayuntamiento en una nota de prensa remitida a la redacción de este periódico.
Hay que recordar que varios trabajadores del Ayuntamiento fueron despedidos el pasado 19 de enero ante el fracaso de las negociaciones entre el comité de empresa y el grupo de gobierno presidido por Marcial Martín. Este martes, los representantes de los trabajadores han confirmado que ya se han celebrado 5 juicios derivados de aquellos despidos, calificados por la corporación como ‘objetivos'. Dos son las sentencias que se conocer por el comité de empresa, y las dos son favorables a los trabajadores.
Los trabajadores despedidos deben ser indemnizados con 45 días de sueldo por año trabajado y no con los 20 días que corresponderían a un despido objetivo.
El comité de empresa recuerda que “faltan varias sentencias por conocerse, tras las que todavía cabe recurso, si el trabajador lo considera oportuno”.
Aún satisfechos con el resultado de los juicios cuyos resultados son conocidos, el empeño del comité de empresa sigue siendo la de ver readmitidos a los trabajadores despedidos. Considera que “sus puestos eran y siguen siendo necesarios para el buen desarrollo de los servicios y actividades en los que realizaban su labor”.
Dos veces despedida y readmitida
Una trabajadora del Ayuntamiento de San Bartolomé puede contar que ha sido dos veces despedida y otras dos veces readmitida por la misma institución. Su caso, como poco curioso, lo relató a este periódico el portavoz de Coalición Canaria en San Bartolomé, Juan Antonio de la Hoz. Esta trabajadora fue despedida por primera vez en otoño del pasado año 2008. Tras ganar un juicio, fue readmitida por el Ayuntamiento. Apenas unos meses más tarde, aunque sin coincidir con los despidos del 19 de enero, fue nuevamente despedida. Poco después, tras otra sentencia, el Ayuntamiento no tuvo más remedio que volver a incorporarla a su plantilla.