Somos Lanzarote lamenta que el consejero delegado de los Centros Turísticos sea “una marioneta” al servicio de intereses políticos
Los asablearios explican este miércoles en nota de prensa que Lorenzo denunció el pasado mes de octubre a los 14 consejeros de la oposición, a los que acusó de “amenazas y coacciones” por la toma de un acuerdo plenario en contra de sus intereses y de los del gobierno de Pedro San Ginés.
Ahora Lorenzo retira una denuncia con la que aseguraba pedir “el amparo de la justicia en defensa de la gestión pública, de los trabajadores de los CACTs y del muy buen trabajo que vienen realizando desde hace 5 años”. Todo ello, a juicio de Somos Lanzarote, ante la más que previsible entrada del grupo Partido Popular, cuyos 3 miembros también fueron denunciados por participar en el acuerdo plenario, en el grupo de gobierno del Cabildo.
Para Tomás López, consejero y portavoz de Somos Lanzarote, “lo que comenzó siendo una fantasmada sin recorrido jurídico ha acabado derivando en un esperpento impropio de un cargo gerencial pagado por la administración pública”, y continúa asegurando que “resultaría de broma si no fuese porque hablamos de un uso discrecional y falsario de la administración de justicia por parte de un cargo generencial, que demuestra ser una marioneta atada a los intereses políticos, incompatibles con el carácter profesional que Lorenzo reivindica para sí mismo”.
La organización transformadora insular lamenta que "Pedro San Ginés, su Gobierno y sus correas de transmisión en las empresas públicas, como ha demostrado ser José Juan Lorenzo, sigan convirtiendo la que debería ser una marca insignia de la isla y el destino Lanzarote, los Centros Turísticos, en un juguete al servicio de las peores miserias políticas”.
Además, en su escrito consideran que “hoy más que nunca, cobra valor el acuerdo plenario democrático del Cabildo que exigía la destitución de Lorenzo como consejero delegado de los Centros de Arte, Cultura y Turismo”, y que fue promovido desde Somos Lanzarote. “Alguien que no tiene problema en asumir estos niveles de desprestigio, solo seguir los dictados políticos de San Ginés; alguien que pasa por alto los mínimos requisitos de independencia y de dignidad profesional que requiere el ejercicio como ejecutivo de una empresa pública tan importante como los CACT, no puede permanecer ni un minuto más al mando de un patrimonio tan importante para todos los lanzaroteños y lanzaroteñas”, concluyen.