El Servicio Canario de Salud, condenado a indemnizar a un ciudadano lanzaroteño con más de 10.000 euros
José Manuel Megolla, un vecino de Lanzarote conocido como 'el encadenado' tras protagonizar una huelga de dos meses en el año 2006 atado a una columna del Hospital General de Lanzarote, ha visto finalmente recompensadas sus reivindicaciones contra las negligencias médicas cometidas en su contra.
Según ha podido saber este diario en exclusiva por el propio Megolla, el Servicio Canario de Salud (SC), dependiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, acaba de ser condenado por los tribunales de justicia a indemnizar a este paciente con más de 10.000 euros por los daños y perjuicios ocasionados en el trato médico dispensado. Al parecer, a los 7.000 euros de dicha indemnizacióni hay que sumar algo más de 3.000 euros en concepto de demora, pues la primera reclamación administrativa la interpuso este vecino en el año 2005. La Consejería de Sanidad, además, no tiene opción a recurrir esta sentencia, que ya es firme.
"Tengo en mi poder una carta del Servicio Canario de Salud, que ya se la he trasladado a mi abogado, en la que por fin se me solicitan mis datos personales para la apertura de cuenta electrónica en la que me harán el ingreso la próxima seman", comentaba eufórico este martes el afectado.
Cabe recordar que el caso de Megolla y otras denuncias supusieron en su día la destitución de Blanca Fraguela Gil, la entonces gerente del actual Hospital Doctor José Molina Orosa, denominado aún en aquella época Hospital General de Lanzarote.
Este ciudadano ha venio reivindicando asistencia quirúrgica en la Isla debido al deteriorado estado de sus dos manos. "La mano izquierda la tengo totalmente destrozada, y también la mano derecha, por el accidente que sufrí en el año 2000", expuso.
A pesar de conseguir los resultados que durante cinco años ha estado reclamando tras permanecer una década en las listas de espera de sanidad, Megolla asegura que su denuncia ha sido desestimada también en parte, pues no ha podido demostrar que llevaba nada menos que diez años en listas de espera esperando para ser intervenido.
Para colmo, además, a día de hoy todavía no ha sido operado en Lanzarote. "El hospital le ha estado echando la culpa a la mutua, aunque al final se supone que todo lo iba a hacer el hospital", dijo. En la Unidad de Traumatología de Las Palmas se niegan a operarle, pues alegan que la intervención "no es viable". "Ahora solo es posible una recepción cubital, el mismo proceso que se me realizó hace ahora 22 años", agregó. Por eso, el paciente sigue sin crer las explicaciones del Hospital de Lanzarote y asegura que siguen tratándolo como un "ignorante".
Emocionado y recordando la ayuda desinteresada que le prestó hace años el que fuera decano de la prensa lanzaroteña, Agustín Acosta Cruz, José Manuel Megola afirma que "hoy estoy cumpliendo con mi promesa. Le juré a Agustín que lo conseguiría y que tan pronto como hubiera sentencia él y su equipo serían los primeros en enterarse", esbozó.
Megolla anima todas las personas que se hayan sentido víctimas de negligencias médicas a que no desistan en sus reivindicaciones. "Yo lo he logrado a base de mucho sacrificio y lágrimas, así que nadie debería tirar la toalla", señaló.
Diez años en lista de espera
José Manuel Megolla denunció en su día haber sido borrado en reiteradas ocasiones de las listas de espera, tras sufrir un accidente que le afectó gravemente el funcionamiento del radio y de varias partes de la muñeca de su mano izquierda.
Recordado como el “encadenado del hospital”, Megolla llegó incluso a protagonizar una huelga de hambre atado con cadenas a una de las columnas de la entrada del principal centro hospitalario de la Isla, tratando de obtener con esta medida un certificado en el que se demostrara que, tal y como él mismo asegura, ha “permanecido nada menos que 4 años en lista de espera para la recuperación de mi mano izquierda cuando por ley el período máximo de espera son 6 meses, y me han borrado 3 veces de dicha lista”.
En el año 2005, el “caso Megolla” saltó como noticia a la luz pública porque la Dirección del Servicio Canario de Salud (SCS) había aceptado a trámite una reclamación administrativo-patrimonial por la que este ciudadano reclamaba a los servicios sanitarios del Gobierno de Canarias 243.500 euros (40.500.000 de las antiguas pesetas) por los daños y perjuicios de los que dice haber sido víctima tras lo que denomina “graves irregularidades” por parte del personal y, en especial, los directivos del Hospital General de aquella época, a quienes acusa de “denegar” a su persona “asistencia sanitaria”.
En concreto, el paciente solicitaba esta cantidad en concepto de indemnización, tal y como se recoge en la documentación acreditada en la reclamación al Servicio Canario de Salud. Aunque la cantidad reconocida y que en los próximas días le abonará el SCS es menor, la el tiempo y los tribunales de justicia le han dado la razón a una persona a la que muchos trabajadores sanitarios tildaban de "paciente psiquiátrico".