San Ginés achaca a Andrés Barreto el bloqueo de la negociación del Convenio de los CACT
El consejero de Centros Turísticos, Pedro San Ginés, está convencido de que por mucho que se quiera criticar su gestión, “lo he hecho con responsabilidad”. San Ginés y la Dirección del Ente Público Empresarial Local (EPEL), empresa pública que administra la mayor fuente de ingresos del Cabildo, enfrentan un reto muy serio: la negociación del nuevo Convenio Colectivo de Trabajo. Según San Ginés, después de hacerle entender al Comité de Empresa que muchas de sus pretensiones eran inasumibles y desproporcionadas y de la mediación de la presidenta del Cabildo, parecía que el acuerdo era inminente. Sin embargo, destacó el consejero, que escucharon con sorpresa que el Comité no estaba dispuesto a aceptar ninguna de las propuestas de la Dirección. San Ginés achaca a Andrés Barreto, portavoz de Intersindical Canaria, el cambio de postura del Comité. “A raíz de la incorporación del señor Barreto a esa reunión, todo se rompe en cinco minutos y se retrotrae hasta antes de la reunión de los trabajadores con la presidenta”, aseguró San Ginés.
El consejero pregunta entonces a qué se refería el Comité de Empresa cuando manifestaba que había posibilidades de cerrar el Convenio. San Ginés piensa que el desacuerdo está marcado por los intereses políticos de Barreto “porque entiende que la conflictividad es el caldo de cultivo que lo alimenta”. San Ginés piensa que tanto el Comité de Empresa como los propios trabajadores están siendo víctimas de esta circunstancia.
"Huelga encubierta"
San Ginés además señaló que la “huelga encubierta” está ocasionando graves perjuicios a los Centros, ya que la negativa a prestar servicios extraordinarios no se avisa con la debida antelación. El consejero anticipa que la economía de los Centros sufrirá un serio perjuicio, así como la imagen de cara a los visitantes. “La Dirección no va a doblegarse al chantaje irresponsable”, agregó. La Dirección sólo firmará un acuerdo si no pone en riesgo la estructura y continuidad de la empresa. San Ginés dijo que las conversaciones podrían reanudarse después de elecciones “o el mejor o peor de los casos” que las partes se sometan a un arbitraje vinculante, tal y como lo había anticipado a este medio el director del EPEL, José Juan Lorenzo. “La figura del mediador, de la que habla el Comité, no tiene ningún sentido si no hay negociación”, comentó San Ginés, quien aseveró que el Comité ha demostrado no estar dispuesto a escuchar a la Dirección. La evolución de los costes laborales y las pérdidas en la restauración son dos problemas que la Dirección no está dispuesta a dejar crecer. Al consejero le preocupa la concreción de una huelga pero confía en la cordura para dar salida al conflicto. En caso de no haber acuerdo, la Dirección escuchará la propuesta del Comité de un arbitrio para acabar de una vez por todas con el problema, “como hicieron en el anterior conflicto con la figura del señor Viéitez”. San Ginés fue contundente al expresar que en ningún caso la Dirección ha montado “una trampa” al Comité para que de paso a la huelga, como lo ha manifestado públicamente la representación de los trabajadores.
Últimos pasos de la negociación
Los CATC informan en una nota de prensa que tras la reunión con Inés Rojas, el Comité acepta suspender las medidas de presión y volver a sentarse con la dirección en la 9ª reunión. En dicha reunión, ambas partes valoran positivamente el encuentro, por cuanto la empresa flexibilizó algunos de los criterios y el Comité aceptó un principio de acuerdo a discutir y consensuar en la próxima reunión, celebrada este martes.
En relación a la 9ª reunión celebrada el pasado viernes 16 de marzo, por parte de la Dirección se aceptaban, para un posible acuerdo, las siguientes propuestas del Comité:
Subida de la bolsa de vacaciones a 900 euros, subida de las ayudas escolares, pago del 100% de retribución en situación de baja por enfermedad y/o accidente en los casos en los que el trabajador es sustituido, siempre y cuando el porcentaje de absentismo laboral por estos conceptos no superara el 5 % y se aceptaría la inclusión del plus de disponibilidad en las cuatro pagas extraordinaria de forma progresiva, una por año, siempre y cuando se aceptara congelar la antigüedad, proponiendo por nuestra parte que los actuales trabajadores consolidarán un tramo de antigüedad más. Es decir, realza la Dirección, la empresa accedía prácticamente a todas sus condiciones.
Por parte del Comité de Empresa se manifestaron dispuestos a valorar: La jornada laboral de 35 horas pero en cómputo anual, después de que la Dirección retirara para facilitar el acuerdo, la pretensión de que las nuevas incorporaciones tuvieran una jornada de 40 horas. A este punto importante de avance la Dirección propuso que los cambios de jornada fueran comunicados con una antelación de 7 días y aceptar que el trasporte colectivo de empresa se pudiera prestar por una empresa externa, y que se reorganizara el funcionamiento del mismo, eliminando el pago de kilometraje por uso de coche particular para las nuevas incorporaciones. Asimismo, se valoró una mejor redacción del artículo que regula la movilidad geográfica, de forma que previo aviso con un mes de antelación y comunicación al trabajador y al Comité de Empresa, la dirección pudiera trasladar a los trabajadores entre los distintos Centros. Por último, trasladaron su oposición a la congelación de la antigüedad. Ambas partes llegaron a valorar un acuerdo sobre los tres puntos en los que parecía haber acuerdo, y dejar aparcados el plus de disponibilidad y la congelación de la antigüedad.
Ruptura definitiva
Finalmente, en la última reunión, en la que se cedió la consolidación de un segundo tramo de antigüedad, después de un receso, la Comisión Negociadora consulta la posibilidad con el consejero delegado del Ente Público de los Centros de que se pudiera flexibilizar mucho más la postura de la Empresa respecto a la antigüedad para los trabajadores actuales, en vista de que ese era el principal escollo y que en las dos primeras horas de reunión se mantuvo la actitud positiva en ambas partes de llegar a un posible acuerdo respecto al Convenio Colectivo. Terminado el receso, la Dirección de la empresa no tuvo oportunidad ni siquiera de exponer que efectivamente la Dirección de la empresa estaba dispuesta a flexibilizar sus posturas respecto a la antigüedad, por cuanto el Comité de Empresa, según la versión de la Dirección, reiteró, sorpresivamente, que no aceptaban ni ésta, ni ninguna de las propuestas ya debatidas. Desde ese momento, el Comité anunció el comienzo de las medidas de presión, así como que van a poner a la Empresa Pública otras 22 demandas -bajo su criterio- por incumplimiento de Convenio Colectivo actual, si no se aceptan sus pretensiones. De esta forma concluye el comunicado de prensa de la empresa.