El PSOE presenta alegaciones al Catálogo de Patrimonio de Arrecife y denuncia que prioriza la especulación sobre la protección cultural

Alfredo Mendoza durante su comparecencia de prensa en la sede del PSOE.

El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Arrecife ha presentado este martes en una rueda de prensa en la sede del partido sus alegaciones al procedimiento de Evaluación Ambiental Estratégica Simplificada del Catálogo de Protección del Patrimonio Cultural del municipio, alertando de que el documento “no cumple con su función de preservar el patrimonio” y “abre la puerta a su deterioro, desfiguración  aprovechamiento urbanístico”.

Así lo ha denunciado el portavoz socialista, Alfredo Mendoza, quien compareció ante los medios para advertir que el documento “se aleja gravemente del espíritu con el que debe elaborarse un catálogo de protección patrimonial”.

“El catálogo no puede ser un instrumento de ordenación urbanística encubierta, ni mucho menos una herramienta al servicio de intereses particulares. Y, sin embargo, eso es exactamente lo que nos encontramos en este documento”, señaló Mendoza.

Prioriza la edificabilidad sobre la conservación 

Según explicó el portavoz socialista, el catálogo “permite el crecimiento en altura de inmuebles patrimoniales incluso con supuestos grados de protección”, lo que “contradice de manera flagrante los principios básicos de protección patrimonial”.

El Mercadillo, símbolo del despropósito

Uno de los ejemplos más llamativos, según afirman los socialistas en nota de prensa, es el del edificio del Mercadillo de la Calle Real, que figura con protección ambiental, pese a estar incoado como Bien de Interés Cultural. “Con este grado de protección se permitiría su vaciado interior y la construcción de hasta seis o siete plantas, destruyendo precisamente aquello que se pretende proteger. El Mercadillo es el símbolo del despropósito del PP y CC con este documento”, denunció Mendoza.

El Grupo Socialista también denuncia que las fichas carecen de información esencial y que los grados de protección parecen responder a criterios urbanísticos y no culturales. “Ni se justifica el grado de protección, ni se explican los elementos protegidos, ni se detallan las intervenciones permitidas. Todo ello incumple lo establecido en la Ley de Patrimonio Cultural de Canarias y refleja una preocupante falta de rigor”, añadió el portavoz socialista.

Una trampa urbanística en forma de “remontas”

Mendoza también cuestionó que las tres alternativas propuestas en el documento permiten, en mayor o menor medida, remontas generalizadas sobre inmuebles con grado de protección ambiental, lo que se traduce en una oportunidad de crecimiento en altura en zonas de altísimo valor económico, como el centro histórico de Arrecife.

“En lugar de proponer medidas para proteger, se reparten oportunidades de construcción en el centro histórico, olvidando los barrios y alimentando expectativas de especulación”, lamentó Mendoza.

El PSOE de Arrecife también alerta de la ausencia de Bienes de Interés Cultural declarados o en proceso de incoación, la exclusión de esculturas relevantes, errores en la denominación de edificios y la inclusión de inmuebles de dudoso valor patrimonial. Además, denuncian una distribución de alturas “totalmente desequilibrada”, que premia a los suelos más valiosos del centro de Arrecife mientras se ignoran zonas más adecuadas para crecer en altura, como la Vía Medular o algunos barrios periféricos.

Una enmienda a la totalidad

Por todo ello, el Grupo Socialista ha presentado una enmienda a la totalidad del documento, con dos alegaciones clave: que se reviertan todas aquellas propuestas que contradicen la finalidad del catálogo como instrumento de protección y que se revisen los grados de protección, las alternativas de intervención y la asignación de alturas, garantizando el respeto a los valores culturales.

“Desde el PSOE de Arrecife creemos en una ciudad que construya su futuro respetando su historia. No vamos a permitir que el catálogo se convierta en un traje a medida para beneficiar a quienes ven en nuestro patrimonio un obstáculo a sortear, y no un valor que preservar”, concluyó Alfredo Mendoza.