Cerca de 40 trabajadores abandonan el establecimiento sin tener despejado su futuro laboral. Sobre las ventanas del negocio con más glamour de Puerto del Carmen se observan pegatinas con la palabra ‘Precintado'

Precintado el restaurante La Ola

La propiedad tiene en marcha la presentación de recursos judiciales y administrativos para invertir el decreto de cierre dictado por el Ayuntamiento en atención a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias

Fotos: Dory Hernández

La piscina al borde del mar ya no tiene agua. En la puerta cuelga el cartel ‘cerrado'. Ya no hay ningún ‘relaciones públicas' ofreciendo las delicias de la cocina india a los turistas que pasean por la Avenida de las Playas. Y sobre las ventanas del negocio con más glamour de Puerto del Carmen se observan pegatinas con la palabra ‘Precintado'. La Ola ha cerrado. Lo ha hecho de forma voluntaria, sin esperar a que la Policía Local desaloje a su personal. Sin embargo, las fuerzas de seguridad del municipio de Tías han precintado el establecimiento de todas formas sobre las once de la mañana de este miércoles. Sobre esa hora, se pudo ver a los últimos trabajadores retirando el cartel que anunciaba la carta del restaurante a la puerta del establecimiento.

Del precinto de La Ola informaron a este diario fuentes del Ayuntamiento de Tías este martes por la mañana. Este diario lleva dos días intentando ponerse en contacto con el propietario del restaurante, Kumar Dadlani, pero ha resultado imposible.

Hace varias semanas que el Ayuntamiento decretó el cierre del establecimiento atendiendo a una orden del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC). El restaurante, sin embargo, desoyó la orden permaneciendo abierto. Fuentes de la oficina central de la cadena Lanis, en la que se integra La Ola, confirmaron este martes a Crónicas que el cierre se haría efectivo este miércoles por la mañana. Este martes, sin embargo, La Ola continuaba abierta al público, apurando hasta el final la posibilidad de seguir explotando el negocio.

El Ayuntamiento ha agotado la paciencia hasta el final. Sin embargo, un informe de la Policía Local de Tías informó la semana pasada al Consistorio del incumplimiento por parte de La Ola del decreto de cierre dictado por el municipio, por lo que se fijó fecha y hora para el precinto del local.

El alcalde de Tías, José Juan Cruz Saavedra, se refirió este miércoles en el programa “El Despertador”, de la 95.8, al precinto y cierre de La Ola, asegurando que “el Ayuntamiento siempre cumple las sentencias judiciales, como es el caso de La Ola, a la que se notificó el decreto de cierre incluso antes de que la noticia se filtrara a los medios de comunicación”.

Cruz Saavedra respondió además a la crítica de la oposición sobre el empleo de los fondos públicos para recurrir una primera sentencia contraria al restaurante de Puerto del Carmen. “El Ayuntamiento actuó en función del interés general, y cuando nos llegó la información no tuvimos ningún inconveniente en declarar el precinto y el cierre”.

Las causas del cierre

Al menos tres son las irregularidades en las que se apoya la sentencia del Tribunal Superior. La más grave, sin embargo, es la se refiere a la invasión de los 20 metros de dominio público marítimo terrestre por la piscina y la pérgola del Café La Ola.

Por otra parte, una normativa municipal de Tías obliga a todos los inmuebles en primera línea de la Avenida de las Playas, como es el caso de La Ola, a dejar al menos 6 metros de pasillo entre cada uno de ellos. De esta forma, si cada inmueble implicado deja 3 metros de paso, la suma debe ser de 6 metros. El restaurante dejó los tres metros que le corresponden de pasillo en su extremo oeste al afrontar las reformas iniciadas en el local hace unos años. Sin embargo, la propiedad contigua, los Apartamentos Velásquez, que no han emprendido reforma alguna en los últimos años, no ha hecho lo propio. De esta forma, el pasillo que separa ambos inmuebles tiene un ancho de 3 metros, por lo que el Ayuntamiento le exige a La Ola un retranqueo de otros 3 metros para adaptarse a la normativa.

Otro de los argumentos del Tribunal Superior para decretar el cierre del restaurante es la ausencia de la licencia de obra por parte del Ayuntamiento de Tías. La propiedad manifestó que entendió la obtención de la misma “por silencio administrativo”.

Según el propietario del restaurante, Kumar Dadlani, La Ola sí cuenta con un permiso de apertura emitido por el Cabildo insular hace tres años, y con el permiso de puesta en funcionamiento del Ayuntamiento de Tías. También dispone, al parecer, de una licencia municipal para el derribo del anterior inmueble dónde se ubicaba el viejo restaurante.

La defensa de La Ola

En una rueda de prensa convocada por el propietario de La Ola, Dadlani explicó que ya cuenta con una autorización de la Dirección de Costas del Gobierno de Canarias para ocupar parte del dominio público, legalización que llegó a la propiedad hace apenas seis meses, el pasado 22 de julio de 2008, cuando el juicio de apelación ya se había celebrado. El propietario considera, por tanto, que ya dispone de los documentos necesarios para recurrir la decisión del juez. Con esta documentación en mano, “resulta falsa la afirmación que invadimos el dominio público”, señaló Dadlani a los periodistas. Reconoció, no obstante, que la piscina y la pérgola no estaban en el proyecto inicial de la obra, por lo que tuvo que solicitar su legalización a la Consejería de Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias a posteriori.