"Lo que me parecía peligroso, escandaloso y delictivo era lo que se decía en los correos pero una parte no quería por nada del mundo hablar de ese tema”
Este jueves ha quedado visto para sentencia el juicio a Narciso Pérez, el funcionario del caso de los correos del Ayuntamiento de Arrecife acusado de revelación de secretos oficiales, en uno de los episodios negros del Ayuntamiento de Arrecife, en el que alguien entró en los ordenadores de la institución, descargó toda la información de los mensajes que se enviaban desde el servidor oficial políticos, técnicos y personas ajenas a la corporación y entregó a este policía local una parte de ellos. En ellos aparecían conversaciones entre el ex alcalde Manuel Fajardo, un abogado y el secretario municipal en relación al Plan General, además de otros asuntos que forman parte de una investigación paralela al asunto que se ha dilucidado esta semana en los juzgados de la capital lanzaroteña. Domingo García, concejal en aquel momento de Alternativa Ciudadano, acudió al Juzgado en calidad de testigo y ha contado en el programa “A Buena Hora” de Crónicas Radio – Cadena Cope de este viernes algunos de los aspectos destacados. En especial le ha sorprendido el silencio de algunos medios de comunicación que no han querido seguir un caso que ha sido, es y será tremendamente controvertido, y sobre el que está convencido de que no se ha dicho la última palabra.
“Yo dije que cómo era posible que un secretario estuviera dándole información a una persona exterior al Ayuntamiento sobre asuntos que sólo deben manejar los funcionarios”
“Si tú me sacas un documento en el que sale mi nombre y detalles y te llevo al juzgado por un delito contra la intimidad, doy por hecho de que esos correos existen”
“No se sabrá nunca quién entró en los ordenadores porque los informáticos dijeron que era imposible saberlo”
- Usted estuvo este jueves como testigo en el juicio contra el policía Narciso Pérez en relación a la descarga de información de los ordenadores del Ayuntamiento de Arrecife y su puesta en conocimiento de la sociedad de la Isla, un tema todavía abierto. ¿No le resulta raro que haya pasado tan desapercibido para la mayoría uno de los episodios más negros del Consistorio capitalino?
- La verdad es que sí. Que se siente en un banquillo un alcalde, un secretario, un reputado abogado de la isla y una ex concejal y sólo aparezca en Crónicas sorprende y más cuando allí había una reportera que se pasa el tiempo allí y un fotógrafo de un medio de comunicación pero no han sacado nada de este asunto. No sé si es que no les gustó lo que pasó.
- Lo que ocurrió en aquel momento fue que alguien entró en los ordenadores del Ayuntamiento de Arrecife; descargó documentación e hizo una selección que entregó a Narciso Pérez. Pérez acude a los medios de comunicación para denunciar lo que estaba pasando y a consecuencia de ello, resulta denunciado él mismo por parte del alcalde Manuel Fajardo Feo. ¿Qué ocurrió este jueves en el juzgado?
- Lo que se discutió fue si Narciso incurrió en algún delito contra el derecho al honor y la intimidad. Las personas afectadas por la difusión de esos correos querían cargarle el mochuelo a Narciso, poco menos diciendo que había sido él quien se había introducido en los ordenadores y había sacado esa información. Yo vi que el abogado de Narciso sí que tenía bastante interés en que se hablara del contenido de los correos. Estuvo de testigo uno de los informáticos del Ayuntamiento al que se le preguntó si se sabía a ciencia cierta quién había entrado en los ordenadores y dijo que después de una investigación hecha por gente del Ayuntamiento, con la ayuda de técnicos externos de Tenerife, habían sido incapaces de asegurar quién era el responsable de ese acto. Por lo tanto, ahí se quedó la cuestión. Yo dije en el juzgado que a mí el tema que me parecía peligroso, escandaloso y delictivo era lo que se decía en los correos pero una parte no quería por nada del mundo hablar de ese tema.
- ¿Alguien dio verosimilitud a lo que ponía en esos correos y dijo que esas conversaciones se habían producido realmente?
- Si tú me sacas un documento en el que sale mi nombre y detalles y te llevo al juzgado, doy por hecho de que esos correos existen. Si no, no tendría sentido. Por lo tanto, si ellos denuncian a Narciso por esa cuestión es que lo están dando por hecho porque la acusación estaba relacionado con el derecho a la intimidad. Ellos se quejaban por que se habían hecho públicos sus correos. Yo dije que creía que no eran correos del ámbito privado porque estamos hablando de unas instalaciones públicas, de funcionarios públicos que cobran un sueldo y con material público; por lo tanto, no es una conversación que tú puedas tener con una familiar o con un amigo.
- ¿En esos correos se hablaba del Plan General de Arrecife?
- Sí. En la parte que a mí me tocaba, el abogado de Narciso me preguntó por los correos y yo le hablé de uno remitido por el secretario del Ayuntamiento a un abogado externo, que no tiene más allá de un contrato privado con el Ayuntamiento, en el que el secretario le daba información a esta persona externa. Yo dije que me parecía escandaloso y que cómo era posible que alguien ajeno al Ayuntamiento pudiera manejar esa información que era reservada para los funcionarios. No era de recibo que un funcionario estuviera pasándosela a una persona externa.
- Entonces ¿no se sabrá nunca quién descargó esos correos?
- No porque los informáticos dijeron que era imposible. Hay que tener en cuenta que los funcionarios tienen una clave personal para acceder a los ordenadores y hace falta tener un conocimiento muy amplio de informática para poder acceder sin ella. Dijeron que no tenían ni idea de quién había podido ser capaz de hacerlo.
- Hay que recordar que aquello coincidió con otro episodio ciertamente curioso y sospechoso, que alguien al que tampoco se ha identificado entró a robar en el Ayuntamiento por la noche.
- El abogado defensor de los acusadores me preguntaba si me parecía normal que se hubiera producido algo así y que correos del Ayuntamiento apareciesen en un cubo de basura y yo le respondí que sí, que no me extrañaba y que era algo que podía ser normal en la situación conflictiva en la que estaba ese Ayuntamiento. Había un montón de cuestiones judiciales y no era extraño que ese tipo de cosas pasasen. A nosotros nos entraron en la oficina y nos revolvieron todo el despacho. Allí podía pasar cualquier cosa.
- En aquel robo sólo el ahora senador Joel Delgado dijo que había echado en falta su ordenador…
- Sí. Dicen que lo único que faltó fue eso pero nadie sabe la información que hay en ese Ayuntamiento más allá de los propios funcionarios, ni nadie sabe lo que pasa en la secretaría más que el secretario o lo que pasa en la oficina técnica más allá de los técnicos.
- ¿No le parece triste que al final pueda ser condenado este policía que lo único que hizo fue de correa de transmisión de la historia, cree que el resto del asunto quedará sin ser juzgado?
- Mi impresión fue que en el caso de la jueza estuvo bastante justa, incluso llamando en más de una ocasión la atención a algún que otro abogado, que curiosamente coincidió conmigo en otro juicio, y la vi muy firme en esa historia. Hay abogados que se pasan de listos y la jueza tuvo que decirle que no montara el show allí dentro. Yo iba de testigo y parecía que era el acusado. A mí me dio buena espina y creo que Narciso debería salir limpio.