Fotos: Dory Hernández
Sospechas, división y cruce de intereses ponen en tela de juicio la transparencia de la que está forjándose como nueva asociación de consumidores de Lanzarote. Una semana de reproches y de acusaciones sobre los posibles intereses comerciales de algunos miembros del nuevo movimiento están interrumpiendo la consolidación legal de éste y, lo que es peor, dando motivos para que la sociedad conejera tenga sus dudas respecto a si realmente están luchando por el interés general, por unos precios dignos y contra el oligopolio comercial en el mercado de alimentación.
Un grupo reducido de personas, que aseguraban no tener ninguna afiliación política, convocaron el pasado diciembre una manifestación para reclamar la entrada de superficies de descuento duro en Lanzarote. Lo hicieron a través de mensajes telefónicos y correo electrónico. Tanto su causa como el apoyo del pueblo lanzaroteño han ido creciendo. Cada vez más y con más fuerza, estas personas decidieron organizarse para formar una nueva asociación de consumidores de Lanzarote. Crear una Junta directiva fue su primera decisión ya que entendían que alguien debía estar a la cabeza para guiar los primeros pasos del movimiento.
¿Por unos precios dignos?
La reunión de elección de la junta directiva de la Asociación de Usuarios y Consumidores de Lanzarote, nombre aún por confirmar, concluyó el pasado martes por la noche con la elección del médico Fernando Jiménez como presidente y Leticia Padilla, ciudadana que ha abanderado el movimiento en contra de la carestía de la cesta de la compra, como vicepresidenta. Jiménez obtuvo veinte votos y Padilla catorce. Como si de una comedia de enredos televisiva se tratara, hubo polémica, acusaciones y todo tipo de comentarios, en su mayoría carentes de argumentos e incluso fuera de lugar.
Tras más de dos horas acaloradas sucedió lo que todos esperaban. Padilla, que ya expresó antes de que comenzara el encuentro “mi decepción y malestar en este grupo de trabajo”, decidió dimitir en su puesto y seguir su camino y su lucha por separado.
Leticia se desmarca
Leticia Padilla fue acusada de velar por los intereses de un grupo empresarial pero negó tajantemente esta acusación. “Una cosa es que mi marido trabaje como autónomo para un medio de comunicación del empresario Spínola y otra cosa es que esto repercuta en intereses o descalifique nuestra presencia en esta causa”.
Decepcionada, esta joven ama de casa indicó que “no estoy resentida por no haber sido elegida presidente”, y matizó que su dimisión responde a un sentimiento de desunión. “No estoy a gusto ni me siento apoyada en este grupo de trabajo, llevo dos meses gritando en la calle y continuaré haciéndolo porque no cesaré con mi lucha”.
Así, Padilla seguirá recogiendo firmas para solicitar el cambio de la Ley de Comercio y permitir la implantación de superficies de descuento duro que provoquen la bajada de precios. Continuará con el foro que puso en marcha con su marido y, según adelantó para Crónicas, “esta misma tarde iré frente al Hiperdino de Playa Blanca para recoger más firmas y voy a lanzar una convocatoria abierta para que nos unamos más amas de casa, que son las que más comparten mi visión”.
Para muchos de los miembros de la plataforma Padilla “busca tan sólo protagonismo y no comparte nuestros objetivos y principios”. Por su parte, la joven aseguró que “ojalá que la asociación de consumidores que presuntamente está a punto de nacer, de la cual no en vano hemos sido promotores aunque ahora nos desvinculemos, logre objetivos que nos beneficien a todos”. Valoró como muy positiva la figura de Jiménez como persona y como cabeza del movimiento y quiso dejar claro que “tenemos muy claro quiénes son nuestros principales rivales, los del oligopolio, y no vamos a malgastar una gota de energía en otras guerras”.
ACULANZA seguirá su camino
“En lo que no podemos caer es que la lucha contra un monopolio se convierta en la formación de un monopolio”. El nuevo presidente del grupo, Jiménez, explicó este miércoles en el Despertador su parecer sobre todo lo que ha ocurrido. Cree que “no tiene sentido que nuestro movimiento nazca politizado y no debemos olvidar lo que nos ha unido”.
Ahora pretende continuar con el proceso de consolidación de la asociación y apuesta por “centrar los próximos encuentros en asentar las bases, los principios y los objetivos que nos han dado vida”. Pero sobre la postura de Padilla, dijo que “un califa siempre quiere ser califa y Leticia ha buscado más protagonismo que otra cosa”. “Nuestras sospechas se han respaldado con su dimisión y ahora pensamos que es más cierto que exista interés empresarial detrás de su figura”, añadió.
Es una lástima, pero también es normal que a la sociedad lanzaroteña le cueste confiar y todos ahora tengan la sensación de que es imposible construir nada sin enfrentamientos o dobles caras, sin mentiras. Una lástima la desprotección, los fuera de juegos y la doble moral. Una pena que un grupo que parecía valiente y decidido haya olvidado tan pronto lo que hasta aquí les llevó: la lucha por una sociedad justa.