El consejero de Bienestar Social del Cabildo confía en que el resto de los inmigrantes haya entendido que las acciones que han llevado a cabo tienen consecuencias

Marcos Bergaz confirma que los tres cabecillas de la revuelta del albergue de La Santa han sido trasladados a un centro de Tenerife

El consejero de Bienestar Social del Cabildo de Lanzarote, Marcos Bergaz, ha adelantado este jueves por la mañana en el programa “A buena hora” de Crónicas Radio-COPE Lanzarote que tres de los menores inmigrantes que fueron detenidos el pasado martes por la tarde en el albergue de La Santa, los tres a los que consideran los cabecillas de la revuelta, han sido trasladados a Tenerife a un centro de menores con especiales medidas de seguridad.

El responsable del albergue ha reconocido que la situación que se ha vivido ha sido “intolerable”, mucho más en el contexto en el que se está viviendo, con todo el mundo centrado en atender los asuntos que se derivan de la crisis del coronavirus. Así, explicó que fueron once los menores detenidos y otras dos personas adultas que participaron con ellos en la revuelta, con lo que se resuelve el misterio del baile de cifras que había con el alcalde de Tinajo, Jesús Machín, que habló en todo momento de trece detenciones y no de diez, como manejan inicialmente como información oficial desde el Cabildo. Así, ocho de los once menores detenidos han regresado al albergue de La Santa. Bergaz confía en que lo hayan hecho “aprendiendo la lección, sabiendo que las acciones de este tipo tienen consecuencias”.

“Ha sido un episodio lamentable que no se tendría que haber producido. Me gustaría subrayar que ha sido el comportamiento de un grupo de los menores que están allí, que no han sido todos, que ha obligado a la intervención de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, tanto la Guardia Civil como la Policía Nacional. Detuvieron a once menores, además de dos adultos que estaban en las proximidades de La Santa. Pasaron la noche en los calabozos y finalmente se decidió que tres de ellos fueran a un centro de Tenerife con medidas judiciales”, explicó el consejero. Así, dijo que “confío en que esto sea un punto de inflexión para que aquellos menores que no se están comportando lo hagan a partir de ahora”. “Vamos a incorporar al albergue seguridad privada para ver si puede ayudar en unos momentos en los que hay especial nerviosismo por el confinamiento, cumpliendo con lo que estamos haciendo el resto de la sociedad española”, aseveró.

“Los líderes son los que la justicia ha decidido trasladar a Tenerife. Entre eso y que el resto pasara la noche en el calabozo, hará que se reconduzca la situación, porque se darán cuenta de que las acciones tienen consecuencias. Es verdad que hay que tener en cuenta la situación en la que se encuentran, y que se puede generar nerviosismo, pero no puede ocurrir lo que ha ocurrido en estos días”, insistió.

En la misma línea, dijo que era intolerable el destrozo que se ha producido dentro del recinto, algo que comentó que están tratando de arreglar con la enorme dificultad que tiene el momento que estamos viviendo. “Es evidente que se han producido varios destrozos dentro, roturas de cristales, rotura de parte de los baños, y estamos intentando solventar las deficiencias mayores. Es un centro en el que hay muchos menores, y es lógico el deterioro de algunas cosas, no el que se produce por estos episodios que condenamos y que estamos tratando de reconducir”, explicó.

Por último, quiso ensalzar el papel del personal que está en el centro, de los educadores que tratan de reconducir este tipo de situaciones y que bregan cada día con la realidad de cerca de sesenta personas que están en un lugar donde seguramente no quieren estar. “Están haciendo un esfuerzo enorme, y siempre se encuentran con grupos que no aceptan las normas y que obligan a intervenir”, concretó.