José Manuel Vidal denuncia que el propietario del Siroco ha interpuesto denuncia alegando que carecen de licencias renovadas

Los comerciantes a los que la Fiscalía prohíbe vender souvenirs en El Golfo culpan a representantes de CC en Yaiza

El Ayuntamiento de Yaiza gestiona la renovación de las licencias para estos puestos pero prevé que no puedan volver a El Golfo al menos en dos meses

La Fiscalía ha prohibido desde el pasado viernes a una decena comerciantes vender sus artículos de souvenirs en la zona de El Golfo, en el sur de Lanzarote. Así lo ha hecho público este 15 de marzo José Manuel Vidal, uno de los puesteros afectados, quien ha denunciado que el propietario del Siroco, "que posee dos restaurantes y una tienda de souvenir en la misma zona, ha interpuesto la pertinente denuncia alegando que los comerciantes afectados carecen de licencias renovadas. Este lunes, el propio Vidal ha responsabilizado a representantes del Comité Local de Coalición Canaria (CC) en Yaiza. "El señor Mateo -miembro de CC en Yaiza- le dijo al marido de uno de los vendedores que si hubiera votado a Coalición Canaria, a lo mejor tendría esto regulado y no habría pasado todo esto", ha expuesto Vidal en declaraciones al programa 'A buena hora' de Crónicas Radio-Cope Lanzarote.

Por su parte, el portavoz de CC en Yaiza y presidente de este Comité Local, Leonardo Rodríguez, ha asegurado que en absoluto conoce los extremos de esta denuncia, y ha negado

En su defensa, Vidal expone que en su día se le solicitó al Ayuntamiento de Yaiza que tramitara dicha renovación, pero que hasta la fecha no se ha hecho efectiva.

Según los vendedores afectados por la decisión judicial, el Ayuntamiento de Yaiza debe aún gestionar la nueva ordenanza municipal y dar incluso un mes de exposición pública para las pertinentes alegaciones. La renovación de las licencias para estos puestos tardará y se prevé que estos vendedores no puedan volver a El Golfo al menos en dos meses, algo que le resulta ilógico a los comerciantes, que se muestran desesperados ante el parón en sus ventas que esto supondrá. "No podemos estar dos meses sin llevar nada a casa. No puedo decirle eso a mis hijos", alega este comerciante.