Inalsa detiene módulos de producción por la insuficiencia para almacenar y distribuir agua
Insular de Aguas de Lanzarote (Inalsa) se está viendo avocada a parar módulos de producción de agua desalada por no tener depósitos suficientes para almacenarla y carecer de una óptima red de distribución. Ya informes técnicos externos encargados por la empresa pública han dado cuenta de las debilidades de Inalsa, sobre todo en almacenamiento y distribución. El pasado lunes se detuvo un módulo de producción de la planta de Punta de los Vientos, de 5.500 metros cúbicos diarios, por falta de capacidad para almacenar el agua desalada, y, según pudo averiguar esta redacción, será la constante durante el verano. Inalsa tiene su mayor centro de almacenamiento en los depósitos localizados en el barrio Maneje de Arrecife y posee además otros tanques en distintos puntos de la Isla, sin embargo, el líquido allí almacenado sólo alcanza para abastecer por algo más de un día la demanda de los abonados de Lanzarote en caso de una avería extrema de todas las plantas de producción. La capacidad productiva de Inalsa ronda los 65.000 metros cúbicos diarios, así que este no es su gran problema.
Falta dinero para invertir
El primer semestre de 2006 el ingeniero Antonio Estevan, experto en gestión de recursos hídricos, fue contundente en su análisis sobre la situación de Inalsa: La empresa debe cuanto antes reestructurar y optimizar sus activos productivos a fin de mejorar su rendimiento técnico y económico. El ingeniero calculó en 700.000 euros la inversión inicial para alcanzar ese objetivo pero las cuentas de la empresa no le hacen ni siquiera soñar con esa cifra, según lo manifestó en su momento el mismo consejero delegado, Mario Pérez. La capacidad inversora de Inalsa es limitada así que necesita con urgencia de fondos europeos para consolidar la reestructuración de sus activos.
El 30 por ciento del agua que desala Inalsa no se factura. De los metros cúbicos no facturados, el 80 por ciento se pierde por el deterioro de los 420 kilómetros de la red de distribución y el 20 por ciento restante como consecuencia de los fraudes. Sin duda, este desangre es preocupante, pero es mucho más grave que el consumo no facturado en el año 94 sea prácticamente el mismo diez años después. Es decir, la gestión para contrarrestar esta debilidad ha sido nula.
Lanzarote salió mal parada en el análisis conjunto de las etapas del ciclo del agua. Según el informe Estevan, de los casi 20 millones de metros cúbicos que se desalaron en 2004 menos de 15 millones fueron facturados, menos de 10 millones de metros cúbicos fueron a la red de saneamiento, escasamente 5 millones se depuraron y una ínfima cantidad se reutilizó. El experto además señaló que es insostenible el cuadro de tarifas de Inalsa. Así, según recalcó, las tarifas permiten pagar la explotación pero no permiten renovar activos. Estevan sugirió actualizarlas según el Índice de Precios al Consumo (IPC).