Los enfermos renales en diálisis de Lanzarote siguen reclamando un servicio digno
Los paciente renales de Lanzarote siguen reivindicando un servicio digno en la Isla, principalmente que haya un nefrólogo en cada turno de diálisis, tal y como recoge el pliego de condiciones que el Gobierno de Canarias pone como requisitos para los concesionarios de centros de diálisis. Y es que ahora solo disponen de un nefrólogo en el turno de mañana. Así lo ponen de manifiesto en un comunicado los componentes de AERLAN, la Asociación de Enfermos Renales de Lanzarote.
Aseguran que el pasado viernes, 13 de enero se reunieron por segunda vez con la empresa RTS (Concesionaria del club de diálisis), un encuentro del que salieron muy insatisfechos. "Hace dos meses nos prometieron que en pocos días pondrían un segundo nefrólogo y hasta
la fecha, así que en esta reunión volvemos sobre el particular", relatan en su escrito. "Lo primero que nos comunicó la
gerente de RTS, Rosi C. es que los nefrólogos los tiene que poner el hospital y sin coger resuello
dice que la empresa está buscando un nefrólogo pero que no encuentra quien quiera venir, que ella
está dispuesta a contratar a cualquier medico que venga a quedarse a Lanzarote y que de todas
formas el nefrólogo que tiene turno de mañana también está disponible a cualquier hora".
Desde AERLAN no creen que si es el hospital el responsable de poner los nefrólogos, la empresa esté buscando por su parte. "Ha terminado negándoles hasta el esparadrapo a los pacientes que tienen prácticamente que salir de diálisis taponándose las heridas con el dedo, le entra la fiebre altruista por contratar médicos que según ella no les corresponde", sostienen.
Sobre el pliego de condiciones, a los representantes de AERLAN se les dijo que son "recomendaciones". Por eso se preguntan si es que, entonces, pueden hacer lo que quieran. "Dice que existe un convenio o concierto, ni ella misma sabía muy bien qué decir, que era
muy antiguo por el que se regían, pero ese convenio es como el santo grial, todo el mundo lo busca
pero nadie sabe donde está".
Lo cierto, alegan, es que el turno de tarde no tiene nefrólogo, y el que tiene
turno de mañana según comentan los pacientes tampoco está allí toda la mañana; de hecho, ha
habido casos en que algún paciente se ha complicado y por más que los enfermeros intentaban localizarle, no hubo manera.
Lo que afirman sacan en claro de todo esto es que les están "toreando". "El SCS (Servicio Canario de Salud) dice que la culpa es de la empresa, que en el convenio se recoge que es ella la que debe poner los
nefrólogos y el material, la empresa nos dice que... bueno la gerente en realidad tan pronto nos dice
que la culpa es del SCS (Servicio Canario de Salud), como que su empresa (RTS) pone el medico si
encuentran alguno que acepte su oferta, o que todo es un problema de dinero ( lo único cierto que
dijo), y es precisamente en este terreno donde creemos que está el problema. Mucho nos tememos
que estén cobrando por un servicio que no están prestando tal y como se establece en las
condiciones para este tipo de servicios".
Por todo ello, se preguntan por qué el SCS no pone a la empresa en su sitio o contrata otra; cuestionan si "alguien del SCS está sacando tajada de esta situación", o si está "están traficando con la vida
de personas que están en una situación muy delicada y merecen todo tipo de cuidados".
Otra de las reclamaciones importantes de los pacientes es la falta de elementos como los apósitos plásticos que necesitan y que ahora tienen que comprar los pacientes, o algo más grave como el que hayan dejado de ponerles las bolsas esterilizadas que protegen los catéteres y que ahora hacen a mano sin la asepsia necesaria y que los enfermos suponen que es la causa de que a cada momento hayan casos de infecciones. "La explicación de la gerente, aseguran, fue la de siempre: decir que la culpa es del SCS, que ha dejado de ponerlos. La empresa no puede ponerlos porque son caros, insisten en su reproducción de la respuesta de la empresa.
Los pacientes se quejan también de la "incompetencia" tanto del médico como de algunos
enfermeros de la plantilla lo que les crea graves problemas con la fistula, catéter, etcétera, así como
otros problemas en cuanto al funcionamiento de las máquinas de diálisis que muchas veces son los
propios pacientes los que tienen que decirles como funcionan, incluso el personal de limpieza
conoce mejor el funcionamiento. "Todo esto no sabemos si se debe a la poca formación que da la empresa a su personal, si es que les pagan mal y constantemente tienen que estar contratando
nuevos, sin experiencia, o que por este mismo motivo no trabajan con el debido celo. La verdad es
que nos da igual, lo que queremos es que funcione correctamente como lo hacen en cualquier otro
sitio de los que hemos estado y no sabemos por que aquí hay tantos problemas".
Los componentes de AERLAN reconocen que gran parte de la culpa es del SCS, que no pone una unidad de diálisis
hospitalaria propia, como existe en cualquier otro lugar, donde los pacientes más delicados son
tratados por los el servicio de nefrólogía del hospital, con todos los cuidados necesarios y con el
personal competente". De hecho, apuntan, "cuando el servicio de diálisis estuvo supervisado por los nefrólogos
del Hospital, se puede decir que no hubieron problemas importantes ya que estos eran mucho más
estrictos en los controles y en la medidas higiénico-sanitarias. Muchos sospechan que fue por este
motivo por el que la empresa RTS dejo de contar con su servicio, porque quieren personal que mire
para otro lado en vez de exigir los elementos necesarios para tratar correctamente a los pacientes".