martes. 23.04.2024

- Juana Toribio: “He visto a niños a las puertas del CAI de Tahíche a las diez de la noche fumando. No entiendo qué hacen los niños en la calle, ni quién les da los cigarros”

Fotos: Dory Hernández

En la madrugada del pasado martes, sobre las 02.00 horas, un incendio arrasó la cocina del Centro de Acogida Inmediata (CAI) de Tinajo, en el que se encontraban en el momento de los hechos ocho menores. Según explicó ayer en declaraciones a este medio el consejero de Asuntos Sociales del Cabildo insular, Joaquín Caraballo, todo parece indicar que el fuego fue ocasionado por un cortocircuito, aunque estos días los peritos están investigando las causas del incendio.

Casi ni se dan cuenta los trabajadores del fuego. En palabras de Caraballo, “los cuidadores del turno se enteraron por el ruido del incendio”. Tras seguir el protocolo de seguridad previsto para estos casos, los ocho menores fueron trasladados al CAI de Titerroy, en Arrecife, gestionado por la misma empresa que dirige el centro de Tinajo. Y así, a día de hoy, este centro de Arrecife acoge a un total de once menores, que en estos momentos están al cuidado del personal del propio CAI de Titerroy y del centro de Tinajo.

Lo sucedido no trascendió en los medios de comunicación hasta este jueves, cuando por boca de una conocida activista próxima a los propios trabajadores de Tinajo, este diario fue informado de los acontecimientos. El Cabildo insular, responsable de los CAI, y la empresa que de forma indirecta gestiona tres de los cuatro centros de este tipo que hay en Lanzarote, Mundo Nuevo, evitaron informar en un primer momento sobre lo acaecido.

Este viernes los hechos sí fueron confirmados a Crónicas por el responsable de Asuntos Sociales de la Primera Institución. En lo relativo al incendio y la situación actual de los menores, todo parece estar bajo control. Joaquín Caraballo asegura que en el centro de Titerroy “hay plazas suficientes” para atender a los once chicos que allí tendrán que convivir hasta que se arreglen todos los desperfectos ocasionados por el incendio en Tinajo.

Explotación y amenazas

Bien distinta es la situación que viven los empleados de la empresa que gestiona los centros gracias a un contrato de servicios con el Cabildo, Mundo Nuevo. Algunos se han puesto en contacto con la activista ya mencionada, que en este asunto ha preferido guardar su anonimato, para denunciar el oscurantismo con el que se ha resuelto el incendio. Y apenas pocas horas después de que la información se hiciera pública en Agustín Acosta Radio este jueves, los trabajadores volvieron a contactar con esta persona para trasladarle que han sido presionados ante la publicidad que se le dio a lo acontecido.

Asuntos Sociales tiene conocimiento de las quejas laborales de los trabajadores. “Me he reunido con los representantes de los empleados y me han manifestado sus demandas”, dijo Caraballo. Sin embargo, el Cabildo tiene las manos atadas para resolver esta situación. Lo único que podría hacer es rescindir el contrato con Mundo Nuevo, y de momento no parece que el consejero esté por la labor. Caraballo promete “mediar entre la empresa y sus trabajadores” para mejorar en la medida de lo posible sus condiciones.

Los empleados tienen miedo de hablar, temen por sus puestos de trabajo. A este diario no le ha quedado más remedio que preguntar por sus reivindicaciones al responsable del Área del Cabildo. “Lo que a grandes rasgos demandan los empleados es la mejora de salarios. Sienten que no sus condiciones laborales son precarias. Creo que tampoco tienen convenio colectivo”, explicó.

Menores sin control

Los problemas derivados de la gestión de Mundo Nuevo los conocen bien los vecinos de Tahíche que viven en las proximidades del CAI de la calle Mario Benedetti. Llevan meses reuniendo firmas para denunciar la falta de control de los menores que allí habitan. Lo contó a este diario una fuente que prefiere quedarse en el anonimato. “Los chicos salen a la calle y se quedan a las puertas del CAI hasta las tantas de la mañana”, al parecer sin ningún tipo de control.

Lo confirma Juana Toribio, vecina de Tahiche, que vive cerca del CAI. “He visto a niños a las puertas del Centro a las diez de la noche fumando. No entiendo qué hacen los niños en la calle, ni quién les da los cigarros”.

El Centro lleva funcionando en Tahiche desde hace varios años, y los vecinos aseguran que lo hace de forma ilegal, sin la correspondiente licencia para la actividad que desarrolla. Ya en sus primeros meses de existencia, los ciudadanos denunciaron la situación irregular ante el Ayuntamiento de Teguise y el Cabildo, donde les prometieron que su ubicación en Tahiche “sería temporal”.

Desde entonces han pasado varios años. “Los vecinos recogimos firmas por todo el pueblo, y nunca nos han hecho caso para nada”, señaló Toribio.

No es el único episodio un tanto oscuro que rodea la casa de Tahiche. Como confirmó Joaquín Caravallo, el inmueble es alquilado por el Cabildo. Sin embargo, no hace mucho la casa fue embargada y pasó a otro propietario, un hecho que tenía muy preocupado a los vecinos de la zona. A día de hoy, Asuntos Sociales trata únicamente con el nuevo dueño del inmueble.

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