El cementerio de San Román continúa siendo objeto de extraños y macabros rituales
Fotos: Dory Hernández
El cementerio de San Román, en Arrecife, podría volver a ser objeto de extraños rituales en los que los animales vuelven a ser tristemente los protagonistas. Este miércoles Crónicas se acercó hasta el camposanto y pudo observar la presencia de dos aves, una en un lateral y otra en la trasera del camposanto, que protagonizaban un espectáculo macabro.
Uno de ellos yacía completamente quemado sobre una especie de gánigo partido en varios trozos, rodeado por cristales, latas, material de látex, una especie de resto de corona de flores quemada y una botella de alcohol.
El otro ave, un gallo al que le habían cortado la cabeza recientemente, aparecía solitario en la parte de atrás. Además, se pudieron divisar gran cantidad de huesos de animal,restos de éstos semienterrados y dos pequeños cercos de piedra en un lateral, uno de ellos al que le habían realizado una pequeña excavación, como si alguien pretendiese introducir algo. También aparecían dos pequeñas tumbas, una con una cruz y otra con flores, que parecían de animales, en el otro lateral.
La basura rodeaba también el cementerio: una cuchara, una escoba, un extraño adorno y numerosos escombros por poner varios ejemplos. El enterrador del camposanto se negó a hacer declaraciones sobre este asunto. También fue muy difícil contactar con el concejal de Sanidad, Ubaldo Becerra, quien no respondió o no pudo responder a las llamadas realizadas por este medio. Desde la Policía Local, en la tarde de este miércoles no tenían constancia de ninguna denuncia sobre este tipo de asuntos, aunque sí recordaron el hallazgo de varios ataúdes hace escasas semanas camino a la escombrera municipal.
El jefe de la Policía Local capitalina, José Antonio Lasso Tabares, manifestó a Crónicas que no existía ninguna denuncia al respecto ni tenían ninguna actuación en los últimos meses sobre este asunto. Según dijo, su conocimiento era a través de los medios de comunicación pero no oficial ya sea por las vías de denuncia o por informe policial.
Hace casi dos meses un trabajador anónimo planteó a este diario la posibilidad de que el osario del cementerio de San Román fuera objeto de nuevos saqueos, más comunes en el pasado.
Cabe recordar que las tres papeleras en la entrada del cementerio se quitaron porque aparecían todos los fines de semana con gallinas y palomas muertas. También se denunció que muñecos vudú, fotos ensangrentadas, palomas y gallinas desangradas y con la cabeza cortada, eran algunos de los rituales que se practicaban en el camposanto.