El Cabildo participa en las reuniones de trabajo de la Comisión Europea para la adaptación de la normativa de Seguridad Alimentaria a las queserías artesanas
El Cabildo de Lanzarote, como miembro de la Red Europea de Queserías de Campo (Farmhouse and Artisan Cheesemakers European network, FACE), participó durante la pasada semana en dos jornadas de trabajo en Bruselas al objeto de estudiar la adaptación de la normativa de Seguridad Alimentaria a la realidad de las queserías artesanas y desarrollar así, de forma conjunta y coordinada, los criterios de flexibilización que contempla actualmente la legislación europea.
El consejero de Agricultura y Ganadería del Cabildo, Francisco Fabelo, acudió a estos encuentros como único representante del archipiélago junto con otros siete miembros de diferentes países de la Red Europea de Queserías de Campo (colectivo que agrupa a más de veinte organizaciones de 12 países diferentes de la Unión Europea).
Las reuniones se mantuvieron en el seno de la Dirección General de Sanidad y Protección de los Consumidores (SANCO) y la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural (AGRI) de la Comisión Europea, respectivamente, donde los miembros de la Red Europea de Queserías (FACE) pudieron presentar sus propuestas ante la UE y la problemática actual y especificidades de este sector respecto a la nueva normativa comunitaria.
Dentro de los acuerdos más importantes adoptados en estas reuniones de la Comisión Europea, se planteó la creación de un Libro Blanco de la UE o Guía de Buenas Prácticas e Higiene para que las queserías artesanales de Europa puedan cumplir y unificar los criterios de calidad y seguridad alimentaria exigidos sin tener que adaptarse a la nueva regulación europea que está diseñada para la comercialización de grandes producciones industriales, con lo que se evitaría la desaparición de este sector tradicional, que contribuye a la diversificación económica y al desarrollo sostenible de muchas regiones y zonas rurales, al no poder realizar las importantes inversiones que exige la nueva reglamentación europea.
De igual forma, se acordó formar un grupo de trabajo específico en la Comisión Europea para coordinar dicho documento que tenga por objeto la flexibilización de la norma y la unificación de criterios a nivel de la Comunidad Europea.
'Guía de Buenas Prácticas e higiene'
Para unificar todos los criterios y especificidades del sector respecto la calidad y salud agroalimentaria, Francisco Fabelo explica que en el foro de estas reuniones con la Comisión Europea se propuso la formalización de una 'Guía de Buenas Prácticas e Higiene' (GGPG).
“Aunque sea una de las preocupaciones diarias del productor, cumplir con la calidad sanitaria de sus elaboraciones, el sector se enfrenta ahora con el problema de demostrar a las administraciones que estos productos cumplen con los requisitos sanitarios de la normativa europea y es por ello que se propone la creación de un documento que ayudará a tener la legitimidad sanitaria exigida y a los profesionales a desarrollar sus análisis de riesgo y los correspondientes planes de control”.
El proyecto de esta 'Guía europea de Buenas Prácticas' se ha programado conforme a un plan de trabajo a tres años, 2013-2015, con un coste aproximado de 650.000 euros para lo que la Red Europea de Queserías de Campo espera contar con el apoyo financiero y de asesoramiento de la Dirección General de Sanidad y Protección de los Consumidores de la Comisión Europea, para su posterior validación por parte de Europa.
Situación del sector
El Reglamento Europeo n º 1151/2012 se aprobó el pasado 14 de diciembre, estableciendo los regímenes de calidad de los productos agrícolas y los productos alimenticios. En su artículo 55 exige que “a más tardar en enero de 2014, la Comisión Europea deberá presentar un informe al Parlamento Europeo y al Consejo sobre la venta directa de los productos agrícolas y ganaderos y su forma de etiquetado para ayudar a los productores en la comercialización de estos productos locales”.
Francisco Fabelo detalló que “en la actualidad es difícil conocer con exactitud el número de empresas afectadas por esta nueva reglamentación, ya que existen pocas estadísticas fiables sobre este sector”, y apuntó que en el marco de la Red Europea de Queserías de Campo “se estiman en 13.000 el número de pequeños fabricantes de queso de un total de 11 países (Italia, España, Alemania, Suiza, Holanda, Irlanda, Inglaterra, Noruega, Finlandia, Polonia y France). En Canarias se cuenta con más de 300 microempresas dedicadas a este sector profesional".
En cuanto a la comercialización de estas pequeñas producciones locales de quesos o lácteos, se adaptan a cadenas de suministro directo con el consumidor, pudiendo mantener ese valor añadido y la rentabilidad por la reducción de los costes de transporte, en muchos de los casos.
El reglamento europeo también requiere un etiquetado específico en los productos para que los consumidores puedan identificar los que son con denominación de origen o artesanales. De acuerdo con un estudio de la Red Europea de Queserías de Campo, “sólo 2 de los 11 países han creado un etiquetado específico para sus productos locales, como son los Países Bajos y Francia”.
El problema radica, según la Red Europea de Queserías de Campo, en que “la mayoría de estos productos no están estandarizados, lo que significa que el productor tiene que hacer frente a la variación en la composición de leche (proteína, grasa y otros componentes) y otros derivados”.