La dirección del Papagayo Arena acusa a Caraballo de mentir sobre la situación de su establecimiento y de la casa de la playa “El Afre”
La dirección del hotel Papagayo Arena parece estar agotada por recibir constantes golpes en Lanzarote, casi siempre relacionados con asuntos que no tienen nada que ver con ellos y que en la mayoría de los casos faltan a la verdad más elemental. En esta ocasión han tenido que saltar ante la información difundida este martes por Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc) en la que su máximo responsable y diputado nacional, Yoné Caraballo, supuestamente para defender al propietario de una vivienda que está en la playa “El Afre” de Playa Blanca, habla del “acorralamiento” al que le están sometiendo como consecuencia de unas “obras de expansión” del establecimiento. Llega a afirmar en su nota que “el miedo de los propietarios, vecinos de toda la vida de Playa Blanca, está justificado”, puesto que “las obras del hotel están a escasamente 5 metros de la vivienda y generan una situación asfixiante al tener un mamotreto de estas características en la ventana de tu hogar”. Y para redondear lo que les parece insólito, puesto que no se ajusta ni de lejos a lo que realmente ha sucedido y está sucediendo en estos momentos, habla de la “impunidad” que ejerce el hotel, "que no sólo ha degradado el entorno territorial y medioambiental de la zona sino que sigue ocupando territorio a pesar de que existe una sentencia en firme que lo declara ilegalizable".
Lo primero que dicen desde el hotel Papagayo Arena, que es la denominación antigua que utiliza todo el mundo para referirse al actual Sandos Papagayo, es el asombroso que les provoca que todo un parlamentario autonómico falte a la verdad con cuestiones tan básicas como decir que su establecimiento es ilegalizable nada menos que por sentencia firme. “Dicha afirmación es manifiestamente falsa y requerimos a este diputado a que aporte una sentencia firme que declare ilegalizable el hotel, que hable de semejante cosa”, explican muy molestos a este diario.
En esta línea, aseguran que es igualmente falso que el hotel esté realizando una obra de expansión que afecte a ese vecino al que supuestamente quieren proteger. “No existen obras de expansión ni ampliación alguna. Las obras que están siendo ejecutadas por el hotel Dream Castillo y el hotel Sandos Papagayo son las obras de una servidumbre de acceso al mar previstas en la Adaptación al Plan Insular de Ordenación del Territorio (PIOT) del Plan Parcial Las Coloradas, aprobado definitivamente el 27 de enero de 2000”, remarca la representación legal de la compañía para subrayar lo surrealista de la nota enviada por Caraballo y su formación política sin contraste documental alguno. “Por iniciativa de las empresas promotoras, el acceso al mar ha sido modificado para no afectar a la vivienda existente, desplazándose hacia un lado para evitar la construcción, la cual en ningún caso va a resultar afectada por las obras, salvando las molestias puntuales que puedan surgir durante su ejecución”, insisten, no entrando en el fondo inicialmente de la situación jurídica que afecta a ese lugar y a esa vivienda en concreto.
Pero si esto no fuera suficiente, desde el hotel hacen mención de un decreto del Gobierno de Canarias al que ha tenido acceso Crónicas que certificó que la vivienda en cuestión debe ser demolida por ocupar un espacio libre público. En la información se pasa por alto o directamente se ignora igualmente con mala intención una sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) el 15 de diciembre de 2017 que desestima el recurso interpuesto por los propietarios. Dicha sentencia, a la que también ha tenido acceso este diario, confirma la demolición de la vivienda, como carga que debe asumir la totalidad del sector, y ratifica la decisión de no incluirla como bien catalogado en el Patrimonio Arquitectónico de Lanzarote. En opinión de los técnicos del Plan General Supletorio, que suman su opinión a la expresada por la sala del Alto Tribunal, “las características de la vivienda son similares a muchas de las que se encuentran en las zonas costeras del municipio”. Es decir, no tiene por qué estar ahí desde el punto de vista legal y ni siquiera desde el punto de vista patrimonial o arquitectónico.
De este modo, independientemente de las opiniones que pueda haber más allá de las sentencias judiciales y de las propias resoluciones del Ayuntamiento de Yaiza, parece evidente que los problemas de este propietario y de su vivienda nada tienen que ver con los hoteles Dream Castillo y Sandos Papagayo, que están construyendo una servidumbre de acceso al mar con licencia tanto de la Dirección General de Costas como del Ayuntamiento de Yaiza. La acusación, salvo que se esté buscando otra cosa distinta que la defensa de un teóricamente desvalido vecino, carece de fundamento o está orientada hacia el lugar que no corresponde. Es llamativo que no se cuestione el papel del propio Gobierno autonómico, del central o del Consistorio municipal, tres administraciones implicadas en la solución legal al problema que hay exclusivamente con el acceso a la playa, en ningún caso con el establecimiento en sí.
Una vez más la parte política, como está haciendo el Partido Socialista (PSOE) en el Cabildo, trata a juicio de los responsables de la cadena de utilizar a este hotel para batallas que no tienen ninguna vinculación con el interés público o el interés general, sino con el interés particular de quienes las plantean, incluyendo a algunos medios de comunicación. Como ya dejó dicho en su día la ministra socialista Elena Espinosa, llamando la atención a sus propios compañeros de Lanzarote, el hotel Papagayo Arena es totalmente legal y derribarlo o tratar de derribarlo sería como derribar un hotel del centro de Madrid. La ministra buscó ese ejemplo para tratar de hacer entender lo absurdo del planteamiento que su propio partido hacía en Canarias, consciente como era del tipo de suelo en el que está construído y de las licencias a las que sus propietarios tenían derecho en aquel momento. ¿Por qué se da vueltas décadas después siempre al mismo asunto? Es una pregunta que se hacen los propietarios del hotel que no tiene o no parece tener una respuesta sencilla.
Pero ahora ya no se habla del derribo parcial ni total, toda vez que ha quedado desacreditado, aparece el tema de la casa, como en su día sucedió con la casa de la familia Medina en lo que hoy en día es el puerto deportivo Marina Rubicón. En ambos casos irrumpe la política en un tema urbanístico sin importarles quién tiene o no tiene razón legal, lo que incuestionablemente lleva a la tergiversación de la realidad palpable y objetiva. La casa que trata de defender NC está situada sobre un espacio libre de acceso público e interrumpe no sólo el paseo marítimo que discurre en paralelo a la playa de El Afre sino también la servidumbre de acceso al mar prevista en la Adaptación al PIOT del Plan Parcial Las Coloradas, tal y como refleja la documentación a la que se supone que debe tener acceso también el líder de la formación nacionalista y el propio PSOE.