ACN
Agentes adscritos a la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de la localidad de Telde, detuvieron a tres personas, incluido un menor de edad, que realizaban operaciones de venta y distribución de sustancias estupefacientes, concretamente hachís, en el barrio de Lomo Cementerio de la citada ciudad.
Las investigaciones se iniciaron en el pasado mes de marzo, tras ser detectada la presencia constante de toxicómanos y compradores de droga en el mencionado barrio. Esta situación había generado una gran alarma social, teniendo en cuenta que a pocos metros del lugar donde se producía el tráfico de drogas se encuentra un colegio público infantil, llegando muchos de ellos al extremo de consumir la sustancia adquirida en las inmediaciones del propio centro educativo.
Los agentes, alertados por el constante ir y venir de compradores y consumidores, comenzaron las labores de investigación hasta averiguar que los distribuidores eran miembros de una misma familia y que para la venta de la droga hacían uso de un ciclomotor, desde el cual y en las inmediaciones del colegio procedían a la distribución del hachís.
El dispositivo policial organizado propició la constatación de los hechos de modo que, provistos del oportuno mandamiento judicial de entrada y registro, se llevara a cabo una inspección en el domicilio del cabecilla del grupo, que resultó ser Francisco A.A. de 40 años, detenido en veintiuna ocasiones por diversos delitos, siete de ellos por tráfico de drogas, incautándose los agentes de medio kilo de hachís y diez mil euros en efectivo, deteniendo al citado Francisco.
La investigación permitió averiguar que, para la venta de la droga, contaba con la colaboración de su hijo menor de 17 años y de un sobrino, llamado José Miguel H.A. de 19 años, con una detención anterior, por lo que se procedió asimismo a la detención de ambos.
Una vez instruidas las diligencias, fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial, que decretó el ingreso en prisión del mencionado Francisco y ordenando la Fiscalía de Menores el internamiento del menor en un centro de régimen cerrado.