El Cabildo pagó gratificaciones a un empleado que llevaba un año sin prestar sus servicios a los Centros Turísticos
El descontrol en los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote ha llegado al extremo de pagar gratificaciones por servicios sin prestar. Es el caso de un empleado que trabajaba para la Consejería tutelada por Carlos Espino que cobró durante un año una gratificación de 120 euros mensuales por utilización de vehículo propio y otra más de 400 euros por funciones de supervisión y seguimiento de la contratación de compras, a pesar de estar desvinculado de la Consejería desde finales de julio de 2007, según ha podido saber este diario de fuentes del propio Cabildo.
Sólo el 15 de julio de 2008 es cuando la presidenta del Cabildo, Manuela Armas, firma la resolución que deja sin efecto las gratificaciones después de que el consejero de los CACT detectara la desvinculación del empleado. En esa resolución, con el número 2.107, se admite que el trabajador de los Centros dejó de prestar sus servicios para la Consejería el 31 de julio 2007, mientras que, según las resoluciones de Presidencia Nº 2.986/03 y 4.363/04, "se le sigue abonando una gratificación" por los importes mencionados "por realizar las funciones de supervisión y seguimiento de la contratación de compras".
La Primera Corporación insular pagó entonces alrededor de 6.000 euros sin razón de ser.