El consejero de Agricultura, Antonio Morales, ha decidido parar este sábado de forma definitiva un evento que cumplía su edición número dieciocho para estudiar la misiva que le ha enviado Rafael Morales advirtiendo de la ilegalidad del evento y de la posible prevaricación que cometería el político responsable del Área

El Cabildo, obligado a suspender el concurso de cata de vino artesanal tras recibir una queja por carta del Consejo Regulador

El Cabildo se ha visto obligado este sábado a suspender de forma definitiva y cuando ya se encontraba en la segunda fase de semifinales el XVIII Concurso de Cata de Vinos Artesanales. La razón no ha sido otra, según ha podido saber este diario, que el sorprendente contenido de la carta que presentó días atrás por registro de entrada en la Primera Corporación insular el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Vino de Lanzarote, Rafael Morales, presionando a la institución y a su consejero de Agricultura, Antonio Morales, con cuestiones vinculadas con la legalidad del evento para que se parara de inmediato, como finalmente ha sucedido.

La sorpresa ha sido mayúscula tanto para los representantes del Cabildo como para los viticultores que un año más se habían animado a participar en un concurso que ha celebrado nada menos que diecisiete ediciones, todas ellas sin que al Consejo Regulador se le hubiera ocurrido hacer denuncia alguna.

En esta ocasión, y al parecer por presiones de alguna de las bodegas que ven como una competencia desleal a los agricultores que se dedican a fabricar vino artesanal, el Consejo Regulador decidió actuar, y lo ha hecho, a juicio del Cabildo, como un elefante entrando en una cacharrería, ya que lo lógico para ellos habría sido advertir primero de sus intenciones, convocar algún tipo de encuentro con el sector y discutir la situación antes de que se creara toda la infraestructura de un concurso que ya estaba en marcha.

Sin embargo, y ante la contundencia de las advertencias que se hacen en la misiva, el consejero de Agricultura ha decidido suspender el concurso este sábado. De hecho, en la carta Rafael Morales no solamente habla de la ilegalidad del evento en sí, al no estar regulado que se pueda llevar a cabo un concurso de cata con caldos que no cuentan con los preceptivos registros sanitarios, de calidad y de marca, sino que va más lejos y le recuerda al Cabildo y a sus dirigentes políticos que pueden cometer un delito de prevaricación si continúan adelante con una iniciativa a sabiendas de que ésta no se puede celebrar. "El Cabildo de Lanzarote, como institución pública que es, no puede, en ningún caso, promover un concurso con productos que están fuera de la legalidad. Un concurso no deja de ser un evento promocional", alega en su escrito registrado ante el Cabildo el Consejo Regulador. "No es recibo que el Cabildo premia productos que no se pueden comercializar por ser ilegales", explica el Consejo.

La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre los viticultores y entre los propietarios de las pequeñas bodegas que hacen vino para consumo propio, tal y como han explicado varios de los concursantes a este diario. Asimismo, en el Área de Agricultura del Cabildo no encuentran mucho sentido a la acción del Consejo Regulador, y sobre todo a las formas que han empleado para llevarla a efecto, tengan o no tengan razón como parece que la tienen desde el punto de vista legal una vez que se ha adoptado la decisión de paralizar el concurso.

(Avance informativo)