La Calle Real de Arrecife se llenó de políticos de todos los partidos, que no dudaron a la hora de sentarse juntos y posar para los fotógrafos

Buen humor y buen ambiente en unas elecciones locales distintas

La campaña electoral de las elecciones locales de mayo de 2015 no va a pasar a la historia ni por su intensidad ni por la cantidad de ataques que han lanzado los unos contra los otros. Más bien por todo lo contrario, se recordará como la campaña del juego limpio y de la concordia.

Algunos podrán pensar que es algo fingido, fruto tal vez de las duras circunstancias por las que ha atravesado el país y por el descrédito general que tiene la clase política. Lo cierto es que al menos en Lanzarote, salvo las cuatro o cinco anécdotas típicas sobre los carteles (Coalición se queja de que le han robado algunos, Vecinos de San Bartolomé que les tapan los de Podemos y los del PP que los del PSOE les tapan en muchos sitios), la campaña está transcurriendo sin incidentes dignos de mención. Transcurre, además, con bastante respeto entre rivales.

Este sábado, por ejemplo, se ha visto una simpática estampa en la Calle Real de Arrecife, donde los representantes de todos los partidos han acudido para aprovechar la recta final y repartir a la gente su propaganda electoral. Allí muchos no han tenido problema a la hora no sólo de sentarse sino de dejarse retratar en el famoso sillón azul de la candidata popular Astrid Pérez. Todo, como debería ser siempre, dentro de un clima tranquilo que demuestra que hoy por hoy vivimos en una sociedad aparentemente madura.